Moria Casán se autodefine como «lengua karateca», pero Oscar Mediavilla podría disputarle ese título de circulación popular, sin ningún esfuerzo. El productor, que comparte el jurado del Cantando 2020 (a las 22.30, por El Trece) con la diva, Nacha Guevara y Karina La Princesita, no se guarda nada a la hora de calificar a los participantes del certamen.

Desde que llegó al jurado del reality que conducen Angel De Brito y Laurita Fernández, en reemplazo de Pepe Cibrián Campoy, no tuvo pelos en la lengua a la hora de dar sus devoluciones.

De perfil alto, lejos quedaron los tiempos en los que a su nombre había que adosarle eso de «el marido de Patricia Sosa» para ubicarlo. Ahora, su figura se volvió casi más mediática que la de su esposa, cantante, y ese camino parece irreversible.

Sus frases son lapidarias, muchas veces impiadosas y pronunciadas con el mismo tono que puede usar para un elogio, pero apelando a la ironía. En general, el productor no se sale de su carril, salvo en algunos momentos, como el que protagonizó con Alex Caniggia hace pocos días en la pista del Cantando. Y que dejó descolocados a todos.

El cruce con el hijo de Claudio Caniggia fue feroz. “No te hace más vivo decir estupideces. Tratá de respetar, que hay gente con chicos que miran el programa. Igual, querés que te diga la verdad, vos sos un marmota y tengo más historia que vos, vos no existís, porque sos un salame«.

La conversación subió de tono y ante la respuesta de Caniggia, el productor redobló la apuesta: “No cantás tan mal. Sólo tenés un problema: para ser provocador, hay que ser inteligente. Ser un provocador al pedo no te lleva a ningún lado. Vos no sos nada”.

Como si fuera poco, remató diciéndole:Te falta barrio para hacerte el pillo. Soy de Valentín Alsina. Andá a cagar«.

Si bien estas frases fueron el pico de la filosidad verbal de Mediavilla, el músico pidió disculpas, pero hasta ahí. «Estuve mal con el exabrupto final de mi conversación con este chico, pero realmente no escucha, no deja hablar y es tan maleducado y caprichoso que me sacó de mi eje. Lo siento mucho«, aclaró desde su cuenta de Twitter. 

Sus conceptos, siempre polémicos, los repartió entre muchos de los participantes del reality. A Esmeralda Mitre, y a su coequiper, Nell Valenti, les dijo, para romper el hielo en su primera devolución, con la ironía a flor de piel: «Los escuché desde mi casa y hubo días que fueron dramáticos«.

Lizardo Ponce tampoco se salvó de las tremendas definiciones del productor, que no se achicó ante la cantidad de seguidores del periodista: «¿Sos influencer? ¿Eso lo hacés bien? ¿Entonces por qué no te anotaste en un concurso de influencers?».

Desde su silla en el jurado, micrófono en mano, Mediavilla no tiene problema en desplegar su sinceridad brutal. Así fue como, sin anestesia, le dijo a Jey Mammon, casi como un ¿elogio?: «Siempre pensé que eras medio gil cantando, pero cantás mejor de lo que pensaba«.

Mediavilla da y reparte para todos por igual, no importa la edad o la supuesta trayectoria de quien tiene enfrente. Por eso, Laura Novoa, también tuvo lo suyo por parte del músico: «Siendo una gran actriz, ¿para qué te presentás en un concurso de canto?«

En una de las devoluciones para Lola Latorre y Lucas Spadafora, los jóvenes influencers también sintieron en carne propia el efecto de lengua filosa de Mediavilla, que, en un semi halago, les aseguró: «No estuvo mal, pero tampoco hace faltar ser Caruso para cantar este tema«.

Y de paso, a modo de consuelo para ellos, la ligaron otros: «Conozco cantantes profesionales que recién aprendieron a cantar en el tercer o cuarto disco, y que cantan peor que algunos participantes de acá«.

Mica Viciconte, ya afuera del concurso, también experimentó el estilo impiadoso de Mediavilla: «Vos no cantás bien, ya lo dijeron los demás, para qué voy a ser redundante«.

Otra participante que tampoco zafó de escuchar las frases del productor es Paula Trapani. Aunque en su caso, si bien las palabras no fueron tan contundentes, el tono sonó igual de lapidario para describir la actuación de la periodista en la pista: «Le faltó carácter, energía, seguridad. Siento que fue una actuación muy lavada. No me pasó mucho«.

A punto de cumplir 66 años y con más de cuarenta de carrera, Mediavilla ya es un experto en concursos y realities de canto. Fue jurado de Operación Triunfo en tres ediciones, luego de Latin American Idol y de Cantando por un sueño, en cuatro temporadas antes de la actual.

Luego pasó por la versión chilena de Tu cara me suena, y de Soñando por cantar. La experiencia de escuchar participantes, sumada a sus años como músico y productor de muchas figuras, le aguzó el oído. No se le pasa ni una.

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