La decisión del gobernador Juan Schiaretti de no firmar la solicitada sobre la quita de la coparticipación a Capital Federal y que llevó la rúbrica de todos los mandatarios provinciales del PJ, más la de aquellos que comandan fuerzas provinciales, evidenció que la relación entre Casa Rosada y El Panal se enfrió como nunca en las últimas semanas.

Si bien, con la discusión por la reforma judicial, el acercamiento asomaba como un escenario difuso; la última jugada del Gobierno Nacional puso aún más a Schiaretti en fase de distanciamiento social con Alberto Fernández.

Cada vez suena con más fuerza la idea de que el Frente de Todos y Hacemos por Córdoba jugarán la parada electoral intermedia del año próximo con dos listas distintas.

Albertismo cordobés

En el albertismo cordobés, que ya está pujando por los lugares de las listas de 2021, dicen descreer que Schiaretti reformule la estrategia que tan buenos dividendos le dio para sus conquistas provinciales.

Ese espacio “albertista” lo representa con recargada intensidad y protagonismo el senador Carlos Caserio. El dirigente mostró esta semana, tras una reunión de más de dos horas con el jefe del Estado en Olivos, cuál es el grado de respaldo que tiene de la máxima autoridad del país. Sus vínculos con Cristina Kirchner también vienen mejorando con el correr de los meses.

Crítico de la decisión Schiaretti de no definirse como parte del Frente de Todos, el senador sigue adelante con la consolidación provincial de una línea peronista que responda directamente al presidente. Ya cuenta con un grupo de diez legisladores propios y un centenar de intendentes de Hacemos por Córdoba que comulgan con el proyecto político nacional.