
Vay, y el renacer deportivo, tendrá la chance de representar a Austria en un torneo internacional mayor
«Fabri» nació en Jesús María hace 34 años y disfruta de la tranquilidad de su lugar en el mundo en Traiskirchen, a 34 kilómetros de Viena, desde donde una nueva oportunidad en su casi final de su carrera deportiva le llega: poder estar en un Juego Olímpico, pero no con la «celeste y blanca», sino bajo la bandera de Austria.
Vay fue consultado por la asociación del país sobre si estaba interesado en participar de un grupo de trabajo que en el horizonte avizora disputar el Preolímpico clasificatorio a Tokio del año próximo, pero en una modalidad que no era la que habitualmente competía de 5 frente 5, sino, en 3×3.
«La idea nació hace poco y desde principios de agosto se trabaja en un equipo profesional. Después me llamaron y comentaron la idea, además de decirme si me interesaba y les dije que sí. Es muy bonito y además es la oportunidad de pelear por un lugar en Tokio 2020, el sueño de todo deportista», indicó con su acento indeleble cordobés, el jugador que vistió en la última temporada la camiseta del Basket Flames en la segunda división del básquet autríaco.
«Los problemas por el coronavirus hicieron que la oportunidad de hacerlo en un habitual 5 contra 5 no fueron las mismas, a raíz de la pandemia y surgió esta chance», agregó el basquetbolista que con la Argentina jugó el premundial de Isla Margarita, Venezuela, clasificatorio para el Mundial Juvenil de Malasia junto a algunos compañeros de Liga como Leonel Schattmann, Diego Brezzo, Axel Wigand, Ariel Zago, Maldonado, Alejandro Alloati, Matías Fioretti y Bruno Ingratta.

El equipo austríaco con el que el cordobés (de medias negras y en el medio) buscará llegar a Tokio
El basquetbolista inició su carrera en LNB con la camiseta de Atenas de Córdoba, aunque también vistió las de Sionista de Paraná y Gimnasia y Esgrima de Comodoro y actualmente vive en Austria, desde hace más de 10 años.
«Me siento afortunado, no son cosas que esperaas y de verdad no las tenía en la cabeza. Si bien uno cuando pasa cierta edad piensa en ir alejándose de una cancha como jugador, ahora se me abrió la chance de regresar al alto nivel y también de darle a Austria lo que me dio. Yo nací en Argentina, me crié ahí, pero este país me trató muy bien, tengo a mi hija Sophia y eché raíces», aseguró.
«Estoy absolutamente bendecido por tener esta oportunidad, espero poder ayudar al equipo a lograr el gran objetivo de clasificar para los próximos Juegos Olímpicos en Tokio» ”
Fabricio Vay, en sus redes sociales
La oportunidad del cordobés, en el equipo en el que será el único extranjero naturalizado austríaco, llega en un momento donde las confirmaciones de las competencias oficiales escasean a raíz de la situación sanitaria por la pandemia. Sin embargo, él afirma que «deberá adaptarse, porque el 3×3 es otro juego».
«Llevo ya entrenando dos semanas, pero en cuanto a los torneos que jugaremos no podemos hacerlo en medio del coronavirus que te pone trabas. Las competencias se suspenden de un momento para otro, pero por lo que hablé con la gente que me llamó será ir despacio. Por torneo van a jugar cuatro para ir rotando y debo adaptarme porque no es el mismo básquet», aseguró.
El basquetbolista que tuvo un largo paso por el ex Pamesa Valencia español, en el que coincidió con Fabricio Oberto, como así por la actual G-League (división menor de la NBA) en Iowa Energy, analizó lo que es una disciplina que irrumpió como propuesta de torneos de básquet y que el calendario olímpico la adaptó, tras el gran «boom» que tuvo a nivel mundial.
«La gente tiene la imagen de que el 3×3 es más bien un show o de deporte callejero, pero no. Existe mucho de bloqueos indirectos, automatismos en las acciones, química con el equipo y se juega rápido. Las posesiones no duran más de 10 segundos, hay mucho desgaste físico y no hay situaciones de descanso o transiciones», analizó.
Si bien Vay ya vistió la camiseta argentina en seleccionados juveniles, esta oportunidad dentro de la modalidad 3×3 será si primera como internacional absoluto, en representación de Austria.
«A esta modalidad la sigo desde hace dos años a la fecha y por estudios que llevo a cabo con FIBA y, si bien no la jugué porque siempre estuve con contrato con algún club, me siento ansioso por defender la camiseta austríaca», indicó el ex Leones Arcadia de Traiskirchen, equipo donde también pasaron los argentinos Diego Ciorciari y Matías Bortolín.

Uno de los equipos argentinos juveniles en los que Vay fue integrante (Foto: Marcelo Figueras-CABB)
Ante la consulta de qué es lo que le puede brindar al equipo, Vay fue claro: «Creo que sin duda el tiro de tres puntos y mi experiencia serán un grano de arena que le puedo entregar al grupo y al equipo».
«Al valer dos puntos mi lanzamiento externo será importante para el desarrollo del juego y sé que tengo que pulir más esa parte de mi juego, pero debo reconocer que mejoré mi alimentación, bajé mucho de peso y me siento muy ágil, aunque sé que hay otros jugadores que sí son más fuertes, lo haré valer con mi experiencia y el trabajo que llevaremos a cabo con el equipo en diferentes parámetros», aseguró.
Vay, que jugará para la estructura de «3x3teamgraz», sabe que le quedan «pocos cartuchos» en su carrera deportiva como basquetbolista profesional pero no deja de soñar con jugar un Juego Olímpico, algo que nunca esperó «como oportunidad a esta edad».
«Esto es un regalo que me da la vida, cuando vaya pasando el tiempo y se acerque el momento de jugar el Preolímpico, que todavía falta, sabré desde donde puedo ayudar al equipo. Por ahí no le doy el significado todavía, pero veo dedicación, trabajo, esfuerzo y muchas ganas. Me queda tela por cortar», cerró el cordobés que desde Austria sueña con cerrar su carrera profesional con un broche de oro que sería estar en Tokio el próximo año.