El concepto de felicidad es muy subjetivo, ya que para cada uno, puede suponer una cosa. Pero hay aspectos que son comunes a todos los individuos. No puede existir el bienestar y la felicidad sin la tranquilidad, sin tener una vida serena, alejada de los picos de ansiedad y estrés. Y para lograr este tipo de vida, la gran mayorías de las veces no hacen falta grandes cambios, sino pequeños gestos del día a día que te ayudan a vivir tranquila.
María José Ortolá es una psicóloga experta en trastornos de ansiedad que se dedica a ayudar a sus seguidores para que logren alcanzar el bienestar emocional que les puede llevar a alcanzar una vida serena. «A veces no necesitamos una gran revolución, sino volver a lo sencillo. Pequeños gestos diarios que no lo solucionan todo, pero sí nos reconectan un poquito más con la vida, con el cuerpo, con lo que sí está bien», asegura en una de sus publicaciones.
No, es absolutamente imposible ser feliz en todos los momentos, porque la vida tiene sus pequeños baches. Para afrontarlos y salir airosa de esos momentos, la experta recomienda cultivar espacios para respirar, disfrutar y conectar con nuestra esencia. En sus redes sociales, la terapeuta anima a incorporar cinco hábitos que, integrados en tu día a día, pueden transformar su vida.
Los cinco microhábitos que recomienda la psicóloga María José Ortolá
María José Ortolá recomienda una serie de cambios pequeños en tu forma de afrontar el día a día. Esas pequeñas acciones te llevarán a tener una vida más serena y, por tanto, alcanzar la felicidad más fácilmente. «No se trata de hacer más, se trata de hacer distinto», dice la experta. Y es que según asegura, nuestro sistema nervioso no necesita perfección, sólo necesita espacios reales de seguridad:
1. Toma el control: «Antes de mirar el móvil o entrar en piloto automático, haz una elección deliberada (por pequeña que sea), como beber agua, abrir la ventana o hacer una respiración. Eso reactiva tu cerebro regulador frente al modo automático reactivo», aconseja le experta. Es muy fácil desconectarte y a veces parece que la felicidad reside en no hacer nada y dejar que el cerebro vague sin rumbo. Pero lo cierto es que esto es un placer rápido y momentáneo que a la larga no aporta ningún tipo de felicidad.
2. Reduce el estrés con pequeñas pausas: según dice esta experta, para acabar con el estrés no vale con descansar al final del día. «Haz pausas breves con estímulos que calmen tu sistema: contacto con agua, música suave, un olor agredable… tu sistema nervioso se regula a través de los sentidos», aconseja.
3. Mima tu cuerpo: otro pequeño hábito que puedes introducir en tu día a día para relajarte y alcanzar el bienestar, es cuidar de tu cuerpo a través de prqueños estiramientos, respiración consciente o un ligero automasaje a lo largo del día. «No es wellness, es intervención clínica para soltar tensión somática acumulada y activar el nervio vago», dice la experta.
4. Permítete una cosa placentera al día: «El estrés nos desconecta del disfrute y lo convierte todo en obligación», dice Ortolà. Es por eso, que ella aconseja recuperar una experiencia placentera cada día, por pequeña que sea. Actos tan aparentemente inocuos como mirar al cielo, saborear el café o bailar una canción, te ayudan a reactivar la dopamina funcional y conectar con el presente.
5. Una pregunta cada noche: el último hábito que recomienda la experta es realizarte cada noche, lo que ella llama pregunta de reconexión interna. «Pregúntate cada noche: ¿Dónde me he desconectado de mí hoy?», aconseja. Después, anota tu respuesta pero sin culparte ni juzgarte por ello. Tomar conciencia de lo que te ocurre es el primer paso para dar un cambio.