«Últimamente no nos va muy bien, así que hemos decidido hacer lo que hacen todas las parejas: irnos a ponernos a prueba con un montón de solteros y solteras que nos atraigan, rodeados de cámaras y viendo lo que hace la otra persona cada dos días en una tablet» es una conclusión a la que han llegado más parejas de las que deberían. Y prueba de que no es la mejor idea del mundo es la edición de este año de ‘La isla de las tentaciones 5’ en la que seis personas se han mandado al pairo entre ellas después de sus vivencias. Si estás leyendo esto y te lo estás planteando: mejor un psicólogo, de verdad.

Quererse mal

El programa anterior nos dejó con la duda de cómo acabarían Tania y Samuel, la pareja en la que ambos se pusieron los cuernos… pero solo ella parecía haber sentido algo por Hugo, su tentador. Samuel, finalmente, quiso marcharse de la hoguera con ella («Quiero estar contigo porque siempre he pensado en ti») pero ella, preguntándose probablemente hasta qué punto puede llegar en este dislate, le pidió un tiempo sola para aclararse, no sin apostillar un doloroso «No te voy a mentir, me gustaría seguir viendo a Hugo fuera». La primera en la frente.

La resolución de Mario y Laura estaba más clara que el sabor del agua, pero aún así hubo giros en la hoguera final. Y es que Laura, con un «Sé que me hace daño estar contigo, pero no sé lo que es sano y lo que no» decidió que quería irse con él de la mano. Sorprendentemente, Mario, una persona absolutamente tóxica con su pareja, también ha sido una de las pocas que han mostrado cierta cabeza a la hora de tomar decisiones, y decidió irse solo.

Sandra

«Nos queremos mucho, pero no nos queremos bien» fue una frase que no sentó bien a su ya ex novia, que le espetó un «No me busques porque ya no voy a estar» antes de marcharse. Por supuesto, durante la hoguera final hubo acusaciones de cuernos antes de entrar en la isla, declaraciones de amor exageradas («Eres lo más bonito que me ha pasado en siete años») y la realización final de que donde no se puede, pues no se puede.

Solo faltaban Christian y Ana, y la duda estaba en el aire: ¿Se rendiría Ana ante los encantos de su novio o le cantaría las cuarenta otra vez? Por suerte, aunque él quería irse con ella, ella decidió que la única decisión posible era irse sola. La cosa ya empezó tensa, con ella negándole dos besos («No te lo mereces, no me creo nada de ti»). Cualquier excusa de Christian ante su infidelidad valió de poco.

También es verdad que si tu excusa para ser infiel es “Esa chica me atrae y yo no me puedo quedar en un rincón con los brazos cruzados porque sería engañarte a ti y engañarme a mí mismo, y si no hubiera sido por ti, hubiera llegado mucho más lejos”, quizá lo que mereces es que tu pareja te mande a tomar vientos.

Me gustaría decir algo como «¡Y ya está! ¡Cerramos temporada de ‘La isla de las tentaciones’!» pero lo cierto es que después del capítulo, Telecinco anunció algo llamado ‘La semana de las tentaciones’, porque para ellos la palabra «Piedad» no debe tener significado.

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