El Festival de Venecia tenía puesto el ojo a una de las llegadas más esperadas del festival: la de Olivia Wilde y Harry Styles. Por su nueva película «Don’t Worry My Darling» (una de las más vistas y comentadas del año) y también por la supuesta tensión que Florence Pugh tiene con la pareja. Y la llegada ha sido a lo grande, con un posado triunfal donde han desafiado a los más supersticiosos.

Desde que inició el drama del cuarteto más comentado de Hollywood (Olivia Wilde y la batalla de la custodia de sus hijos con su exmarido, y Harry Styles y su «affair» con Florence Pugh), todos los focos se centraban en la pareja del momento, y es que aunque Olivia Wilde y Harry Style aparentan tener una relación estable, feliz y sin complicaciones, la prensa rosa y los focos de Hollywood se han centrado más en qué pasaba detrás de las cámaras que en su nueva película «Don’t Worry My Darling».

La pareja ha querido lanzar un mensaje en clave estilística. De esta forma, el cantante dio la nota con un traje de color azul marino con unos cuellos extravagantes y largos firmado por Gucci que nos recuerdan a un marinero rico de la costa Almalfi y Olivia Wilde ha causado furor con un deslumbrante vestido amarillo que tienta a la mala suerte y quita el hipo.

Si los focos están centrados en sus dramas personales, poner a prueba la superstición tampoco iba a retroalimentar más el drama. De esta forma, y mientras algunas de las celebridades apostaban por colores neutros o clásicos que nunca fallan como Gerogina Rodríguez y su despampanante vestido blanco, Wilde se atreve con un amarillo pastel con flecos metálicos que rescata la auténtica esencia del glamour.

Firmado por Gucci, Alessandro Michele personaliza este diseño para la actriz y directora sabiendo muy bien dónde poner el ojo para estilizar su figura. Su escote en pico le favorece mogollón, y nos parece impresionante todos los detalles del vestido que llenan de pedrería y plumas la parte de la cola.

¿Recordáis cuando los famosos arriesgaban en las reds carpets? Tras unos años en los que la pandemia ha acaparado los premios que muchos celebraban desde casa y a través de las pantallas, los estilismos se volvieron sobrios, austeros y un poco aburridos, para qué nos vamos a engañar. Personajes como Timothée Chalamet, Harry Styles, Zendaya y la mismísima Olivia Wilde nos han devuelto la ilusión al demostrar que el riesgo también gana.

¿Lo mejor de esta historia? Que sabemos cómo y dónde copiar el vestido de Olivia Wilde. Si eres de las que se ha enamorado del diseño más aclamado este fin de semana, atenta, porque esto te interesa.

Aunque resulta bastante complicado encontrar un modelo que se parezca al diseño de la marca favorita de los famosos millenials, hay dos vestidos accesibles que podrían beber del impresionante y onírico diseño de la actriz.

Vestido con plumas y pedrería de Asos Edition.

Tiene la pedrería, las plumas y el color. Asos apuesta por un vestido de invitada diferente y atrevido que cuenta con todo el drama surrealista del glamour de Hollywood. Para este diseño, te recomendamos que te recojas el pelo en algún peinado sencillo y sin complicaciones. El verdadero protagonista es el vestido. Su precio es de
276€, y aunque no es lo que se dice barato, tampoco son los miles de euros que cuesta el vestido de Gucci.

Vestido con capa de flecos de Duyos.

Por otro lado, si te gusta la idea de llevar un vestido con capa, pero no tienes claro que la pedrería y las plumas sean para ti, este modelo de Duyos que podrás encontrar en Es Fascinante es toda una oda a la elegancia y el clasicismo reinventado. Con él, serás la reina de cualquier evento que se precie.