Vamos a ser francas: ordenar y limpiar la casa es un aburrimiento, por mucho que Marie Kondo lo haya convertido en su forma de vida. Por eso buscamos como locas métodos que nos hagan la tarea más fácil y rápida, como el FlyLady, el Kaizen o el Soji.

Basándonos en esta premisa, la del horror de la limpieza, Rachel Hoffman ha creado un método propio, el 20/10, que no es otra cosa que limpiar durante 20 minutos y descansar 10. Hoffman es la autora del libro Unf*ck your habitat y quiere conseguir que tengamos una relación más sana con nuestros hábitos de limpieza, sin que tengamos que perder demasiado tiempo en ello.

Y es que Rachel está radicalmente en contra de los
maratones de limpieza, porque cree que son contraproducentes. Por un lado, asumimos que son un ‘todo o nada’ y que si no hacemos todo lo que nos habíamos propuesto, tendremos un sentimiento de frustración.

Además, cree que no es sostenible en el tiempo, porque acabamos hartos y que no generamos
hábito de limpieza. Por eso ha creado este método, porque 20 minutos de limpieza no implica demasiado esfuerzo y, al saber que te esperan 10 minutos de descanso, todo se hace más llevadero. Eso sí, te da diez pasos que no deberías saltarte para que este método funcione a la perfeccion.

Foto de Alana Sousa en Pexels

1. Haz una foto del antes y el después: parece una tontería, pero al hacer una foto de cómo estaba tu casa antes de la limpieza, te motivarás al darte cuenta del resultado. Además, te ayudará a darte cuenta de si te has dejado algo por limpiar o recoger.

2. Haz la cama cada día: sí, puede dar pereza, pero tener la cama hecha hace que la habitación parezca más ordenada. Además te hará sentirte bien cuando te vayas a dormir.

3. Friega los platos siempre después de las comidas: no dejes que se apilen en la fregadera. Un pequeño esfuerzo ahora, te ahorra mucho tiempo después ya que es algo que tendrás que hacer tarde o temprano.

4. Mantén tu nevera limpia: tira lo que esté caducado o vacío, limpia los estantes y los cajones y organiza los alimentos para que estén más accesibles los alimentos que más consumas.

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5. Ventila las habitaciones: de este modo, eliminas los malos olores y la humedad, además de que purificas el aire de tu casa.

6. Empieza por la estancia más grande: si comienzas por los espacios pequeños, te cansarás antes de llegar al grande o al que más pereza te da y será más fácil que o dejes sin hacer.

7. Limpia siempre de arriba a abajo: limpia el polvo empezando por el estante más alto, ordena tu armario empezando opr arriba y, si tienes dos plantas, comienza por la más alta. Así evitarás que te esfuerces de más.

8. Recoge todo lo que hay en el suelo: mientras limpias, debes ir colocando cada cosa en su lugar. Así facilitarás el resto de la limpieza y te ahorrará tiempo al no tener que volver sobre tus pasos.

9. Recoge la ropa del tendedero o la secadora: hacer la colada debería incluir los tres pasos: lavar, secar y recoger. Si te saltas el último punto, corres el peligro de que tu ropa acabe viviendo en la secadora o cualquier superficie horizontal.

10. Barre y friega o aspira el suelo: se trata del último paso de la limpieza para que tu casa quede completamente limpia y perfecta.