Carolina Guevara es una vecina de Villa El Libertador (Carmelo Ibarra 1527) que tiene a un hijo con discapacidad.
Santiago Guevara padece una discapacidad llamada TGD (trastorno general del desarrollo), que es una rama del espectro autista.
Desde hace cinco años, Santiago tuvo un acompañante terapéutico por su discapacidad pero este año se lo negaron.
“Desde la obra social Unión Personal me dijeron que ya no cubren esa prestación”, cuenta Carolina, quien intenta sin suerte plantear el problema al organismo regulador, la Superintendencia de Seguro de Salud, con sede en Córdoba (Deán Funes al 700)
“Llevamos el problema a la superintendencia de la salud, pero llegas a la mesa de entrada y no hay nadie que reciba los papeles, te dicen que tenés que enviarlos por mail”, puntualiza Carolina, que también es paciente oncológica.
El acompañante es de suma importancia para la familia porque “a Santiago le dan episodios de violencia al no poder expresarse, y con el acompañante es otra cosa porque lo ayuda un montón”.
La familia hoy paga en forma particular a un acompañante para dos veces a la semana cuando antes venía de lunes a viernes durante seis horas por día.
Santiago tiene fonaudióloga, psicomotricidad, estimulación auditiva y maestra integradora a través de un centro de rehabilitación, pero le falta el acompañante.
“Desde Buenos Aires nos dicen que presentemos los papeles en la sede de Córdoba, pero aquí nadie los recibe”, reitera Carolina.
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