No es de extrañar que cada vez haya más adeptas al yoga, dados sus demostrados beneficios gracias a su enorme variedad de posturas. Si quieres relajarte al máximo, tienes la balasana. Si quieres tonificar los músculos, tienes la postura del guerrero. Si quieres liberarte del estrés, tienes la mariposa. Y si lo quieres todo, tienes el saludo al sol, quizá la pose más popular del yoga. Pero, ¿
sabes hacerla bien de verdad?

Dicen los maestros yogui que cuando se hace de la manera correcta y en el momento adecuado, esta postura te puede cambiar la vida por completo. Quizá se necesita un poco más de tiempo para obtener los resultados que se persiguen, pero dicen que pronto acabas llegando a un nivel superior.

Cómo hacer bien el saludo al sol

El saludo al sol se compone de 12 posturas que hay que interiorizar y seguirlas a rajatabla. Lo primero es exhalar y, con la espalda bien recta y el peso del cuerpo bien repartido sobre la base de los pies, unir las palmas de las manos frente al pecho para conectarte con la respiración.

Después, inspira y estira los brazos arriba y hacia atrás. Exhala y lleva las manos en el suelo junto a los pies para luego volver a inspirar llevando la pierna derecha hacia atrás, la rodilla al suelo y la mirada hacia arriba. Contén la respiración y lleva la otra pierna hacia atrás manteniendo ambas estiradas. También los brazos.

A continuación, exhala y flexiona las piernas hasta tocar el suelo con las rodillas, el pecho y la frente. Ahora inspira y apoya las caderas y las piernas mientras haces fuerza con los brazos para abrir el pecho. Inclínate hacia atrás y eleva la mirada al cielo.

Falta la parte final. Exhala, lleva las caderas arriba y sitúa tu mirada hacia el pecho. Inspira y pon el pie derecho entre las manos mientras bajas la otra rodilla hacia el suelo. Exhala, lleva la otra pierna adelante, sitúa los dos pies juntos y acerca de la cabeza hacia las piernas. Vuelve a inspirar y levanta los brazos arriba y hacia atrás. Termina exhalando y juntando las palmas de las manos frente al pecho. Y vuelve a empezar el saludo al sol, poniendo la pierna izquierda delante.

Cuándo hacerlo

Aunque el surya namaskar se puede realizar en cualquier momento del día, el momento más apropiado y beneficioso es al amanecer, ya que es cuando los rayos del sol revitalizan tu cuerpo y refrescan tu mente. Practicarlo por la tarde energiza tu cuerpo instantáneamente mientras que hacerlo al atardecer te ayuda a relajarte.

Dedicar solo 10 minutos cada mañana a hacer Surya Namaskar puede provocar muchos cambios en casi todos los aspectos de tu vida. Los b
eneficios demostrados de su práctica regular son múltiples: ayuda a adelgazar, mantienen la piel radiante, mejora el sistema digestivo, proporciona un ciclo menstrual regular, reduce el nivel de azúcar en sangre, combate la ansiedad, es détox, mejora el sueño…

Te recomendamos: