Pasaron ocho partidos en 36 días sin que Marcelo Gallardo pudiera contar con el delantero más exquisito y desequilibrante del plantel. Matías Suárez primero estuvo ausente por una sinovitis (inflamación) en la rodilla derecha y luego debió permanecer aislado por dos semanas por haber tenido contrato estrecho con un familiar con Covid-19. Por eso, el ingreso del 7 cordobés este domingo frente a Aldosivi fue una gran noticia para el entrenador y también para los hinchas de River, principalmente por la seguidilla que tendrá que afrontar el equipo en las próximas semanas.
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