Un vecino de Villa El Libertador aspira a constituir una asociación civil para brindar asesoramiento psicológico y jurídico gratuito a “víctimas de mala praxis médica”.

“Lo que en un principio fue una experiencia cruel, inhumana, nefasta, vivida en soledad se convirtió en este primer paso para lograr cambios, para beneficio de médicos y pacientes”, afirma Gustavo Rarak, psicólogo, docente terciario y con un posgrado en gestión de organizaciones no gubernamentales llevado a cabo en la Universidad Católica de Córdoba, según precisó al hablar con La Décima.

Obviamente, lo que anima a Rarak a esta iniciativa es haber atravesado por un presunto caso de mala praxis con la muerte de su madre el 18 de noviembre pasado.

“Fue una terrible experiencia con mi madre internada sufriendo dolores día y noche, sin que le suministraran los calmantes y la atención que correspondía”, denuncia el vecino, quien presentó un pedido de investigación penal contra el sanatorio Mayo ante el Ministerio Público Fiscal.

Cuenta que su madre estuvo “26 días” en el internado por una “distensión abdominal”. Se trata de María Lidia Cabral, de 89 años. “Mi madre sufrió una tortura y sus gritos de dolor se escuchaban en los pasillos”, relata. “Lo increíble es que los últimos días cuando el dolor era cada vez más agudo le suministraron suero fisiológico sin morfina, lo que me pareció inhumano”, dice Rarak.

Frente a los reclamos de información y de pedir que sea tenido en cuenta como familiar ante los tratamientos, dice haber recibido como respuesta que “si no estás de acuerdo, llevala a otro lado”. Pero en momentos en que había tomado la decisión de hacerlo, su madre muere.

“El objetivo de la asociación no es perseguir a nadie, sino a ayudar a los familiares y médicos que por su estructura cerrada manejan los tratamientos, que deberían ser consentidos, como un feudo”, denuncia Rarak, quien solo reclama poner en práctica la ley de salud pública y los derechos de los pacientes.

“La vivencia mía es la de mucha gente que tiene miedo de ir al médico e internarse porque no se sienten seguros y esto tiene que acabar”, reflexiona. “Los médicos se manejan con un criterio de verdad que es palabra santa, te diría precientífico, y los familiares de los pacientes parece que no tenemos voz”.

Rarak dice que con la asociación se busca “generar conciencia para terminar con la cultura del ocultamiento del error, negligencia o presunta mala praxis médica”.

En los últimos días se conoció un fallo de la justicia de Córdoba contra la Clínica del Sol por un caso de “violencia obstétrica, física y psicológica” ejercido contra una joven mamá que dio a luz a una niña sin vida. El fallo sostuvo que a la mujer sufrió un “parto deshumanizante” entre otros motivos porque no fue debidamente informada de su situación de salud y del profesional que la asistió.

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