Doña Letizia ha vuelto de sus vacaciones privadas muy favorecida, de eso no hay ninguna duda. No veíamos a la reina desde su posado familiar en Mallorca con las infantas y Don Felipe pero ahora, que la agenda vuelve a tomar forma y septiembre está al caer, las apariciones de los reyes volverán a ser de nuevo el pan de cada día.
Para visitar al rey emérito Don Juan Carlos en el hospital después de su intervención (en la que todo evoluciona favorablemente como han informado fuentes oficiales) Doña Letizia quiso hacer una declaración de intenciones con su estilismo.
Con una blazer blanca que daba el toque de color al estilismo, unos pantalones negros de pinzas, unos mocasines y un bolso en azul oscuro, Doña Letizia dio una perfecta lección de estilo con esta combinación que se ha convertido en una fuente de inspiración para los looks de oficina d elas próximas semanas.
¿La prenda estrella? Quizás por la razón equivocada, la blusa de lunares firmada por Carolina Herrera que la reina ha lucido ya en dos ocasiones anteriores. Tripitió estampado ‘polkadot’, demostrando que no se resigna a olvidar una de sus prendas favoritas. Recordada por todos como ‘la blusa de la discordia’ (la llevó en la misa de Palma en 2018 donde se produjo el altercado con Doña Sofía), no hubo duda: acaparó toda la atención.
Conjuntados y muy sonrientes, los reyes sorprendieron a partes iguales con sus elecciones de estilo: la reina, por la prenda en cuestión, pero el rey por su estilo jovial con tonos claros a los que no nos tiene para nada acostumbrados. Además, cambió la camisa por el polo y lució también mocasines.
Si todo va como se espera, en un par de días el rey será trasladado a planta donde podrá comenzar a recibir visitas, tanto de familiares y amigos, como de la princesa Leonor y la infanta Sofía.
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