La cruda reflexión del Pity Martínez: «Tenemos que dar mucho más»

No está loco. Todo lo contrario: está muy cuerdo. El Pity Martínez describió la realidad con la misma sensatez con la que razonó cada pase y/o remate con los que movilizó en Mendoza a un River con poca sustancia.

“Tenemos que dar mucho más. Somos conscientes. Hay mucha bronca. Son partidos que te los proponen difícil y debemos jugar con eso. Nos vamos calientes”, hizo catarsis el #18. Ese creativo que en sus primeros 45 minutos de 2025 pareció retomar donde había dejado en diciembre. Aguijoneando.

Atacando con toques y exigiendo con tiros de alto calibre y calidad. Siendo el vocero futbolístico de lo que Marcelo Gallardo pretende, pero que hasta aquí no encuentra.

El Pity exteriorizó su pensamiento en caliente, dentro del campo de juego, lanzando al mismo tiempo un mensaje hacia adentro. Una piquete a la fibra íntima de un grupo conformado por jugadores de alta gama, con pasado ilustre en el club.

“Hay que buscarle la vuelta, nosotros estamos en este club por algo, porque creo que nos hemos ganado el lugar y hay que empezar a demostrarlo. Desde la autocrítica”, lanzó casi como si se tratara de una ponencia frente a una ronda de compañeros y no ante un micrófono de la tevé.

“Hay que seguir trabajando y aprender de estos encuentros que se hacen difíciles. Todos los partidos son una chance. Hay que estar a la altura. Al que le toca jugar tiene que dar el máximo y tratar de ganarse su lugar pero con rendimientos dentro del campo”, completó su exposición.

Martínez habló, por lo pronto, desde la tranquilidad de haber cumplido con su propia exigencia: su ingreso post entretiempo le modificó la fisonomía a River. Aunque el volumen de juego no apareció y las jugadas fueron más por inercia que por construcción colectiva, Pity generó peligro desde sus botines. Con un remate de aire tras un rebote para exigir a Petroli con una estirada magnífica.

Con otro tiro desde el borde del área que también fue desactivado con altísima exigencia por el goalkeeper de Godoy Cruz.

“Quiero estar, tengo mucha bronca por perderme los partidos que me perdí. Me tocó arrancar de atrás, a remar. Hoy me pude ganar un lugar, pero lástima que no se dio: el arquero de ellos estuvo muy bien. Pero hay que seguir: no nos podemos quedar con esto”, machacó, casi dejando en un segundo plano su alegría por haber regresado luego de la lesión muscular que sufrió durante la exigente pretemporada en San Martín de los Andes.

Un retorno que River necesitaba porque entiende el mensaje. El copyright MG. Y en Cuyo demostró que lo expone tanto afuera como adentro de la cancha. Con una cordura innegable.