Está claro que el cariño detrás de ‘Bluey’, el actual fenómeno de la animación infantil para niños y no tan niños, viene de una profunda atención por el detalle. No solo en sus divertidas historias, los creadores también han tenido en cuenta cosas como que la colorimetría de la serie pueda ser percibida por los perros.
No es el único detalle que han dedicado a los caninos reales. El diseño detrás de Bluey, Bingo y el resto de la familia Heeler está inspirado por una raza de perro real. Se trata del pastor ganadero australiano, al que se le conoce allí como «Blue Heeler» o «Red Heeler» según los patrones de color. Curiosamente los mismos colores que tiene la familia en la serie.
Comparando entre la raza real y los diseños animados podemos encontrar divertidas coincidencias. El «antifaz» en el rostro es una de ellas, como también lo son las manchas de la cola y la característica forma del hocico. Para un parecido aún más claro y adorable, lo mejor es echar un vistazo a un cachorro real, cuyas formas redondeadas se asemejan aún más a las de los Heeler.
Hilando fino con las referencias
La serie ha ido más allá de simplemente referenciar la raza canina. Si alguna vez te has preguntado cómo se llama el perro más longevo de la historia la respuesta, respaldada incluso por un récord guinness: es «Bluey». Y su raza es, efectivamente, un pastor ganadero australiano. El Bluey real vivió 29 años y falleció en 1939.
No es la única raza canina autóctona que aparece en la serie. Rusty, un personaje secundario, es un kelpie australiano. Su padre además trabaja en el ejército, concretamente en el Sexto Batallón, cuyo nombre en clave en la realidad es «Bluedog».
Todas estas referencias de la ficción a la realidad no son casuales. Su creador, Joe Brumm, ha declarado en varias ocasiones estar muy orgulloso de la herencia australiana que tiene su obra. Un detalle pequeño pero para él definitorio del éxito y la identidad de la serie.
Imagen: Zingpix
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