Agua con limón en ayunas, una cucharada de vinagre de manzana antes del desayuno o infusiones aparentemente milagrosas. Cuando se trata de remedios caseros para ayudar a nuestro organismo a deshincharse, hemos puesto a prueba infinidad de recetas. Evidentemente, los resultados son irrisorios. Si vamos a añadir una bebida a nuestra dieta para darle un chute de beneficios a nuestro cuerpo, el té de clavo y jengibre es la mezcla que necesitamos.
Antes de nada, no vamos a esperar de esta infusión unas propiedades mágicas. Eso sí, sus dos ingredientes principales tienen mucho que ofrecer a nuestro cuerpo. Su toque picante es lo que divide a la población entre aquellos que aman ese regusto spicy y los que lo odian profundamente. Espero que seas de las primeras, porque la lista de pros que trae consigo esta bebida merece la pena.
Uno de los principales puntos a favor de esta infusión es que el jengibre es un gran antioxidante, algo que junto con su contenido en fitoesteroles intensifica también las propiedades antiiflamatorias de este alimento, según indican los estudios científicos. Un must a la hora de prevenir esa sensación de hinchazón.
Precisamente, ese poder antioxidante del jengibre hace que, más allá de ayudarnos a combatir la inflamación, pueda aliviar los síntomas de náuseas y vómitos después del embarazo, la cirugía, la terapia contra el cáncer o el mareo. A su vez, las investigaciones científicas también han señalado este alimento por su potencial a la hora de ayudar en la inhibición del crecimiento y proliferación de células cancerígenas. En concreto, destaca su efecto protector ante el desarrollo de tumores de próstata.
A toda esta lista de pros, le añadimos los beneficios del clavo, un gran olvidado en nuestras cocinas. Lo cierto es que, si buscamos antioxidantes, esta planta destaca por ser una de las especias con mayor poder antioxidante. Y es que posee más de 80 mg de vitamina C por cada 100 gramos, según indican nuestros compañeros de Vitónica. A esto le sumamos los carotenos, la vitamina E, el selenio y otros neutralizadores de radicales libres.
Según señalan los estudios científicos, su actividad analgésica, antioxidante, anticancerígena, antiséptica, antidepresiva, antiespasmódica, antiinflamatoria, antiviral, antifúngica y antibacteriana, hacen de esta especia una sustancia con propiedades farmacológicas.
Como hacer té de clavo y jengibre
Por separado el clavo y el jengibre son un acierto, pero, al mezclarlos en una bebida podríamos disfrutar de todos esos beneficios juntos en un formato infusión que puede ser perfecto para incluir en tus desayunos, tras tus comidas o en las meriendas.
Para empezar, hervimos agua y la vertemos en una taza. Ahí añadimos de cuatro a seis rebanadas de jengibre fresco y un par de clavos. Dejamos reposar la mezcla y con un colador eliminamos los restos. Lo demás es solo disfrutar. ¡Atrévete con el toque spicy!
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