Aloña Fdez. Larrechi

Ha vuelto The Bear con su tercera temporada, y tal vez, como nos pasa cuando vamos a esos restaurantes de los que todo el mundo habla pero no somos capaces de encontrarles el encanto, los nuevos episodios no nos han gustado tanto como esperábamos. Tal vez porque la segunda entrega nos gustó mucho, tal vez porque la introspección de Carmy se nos está haciendo larga. Pero, a pesar de todo, hemos encontrado grandes momentos por los que perdonamos esta pequeña decepción de agosto.

Y es que, hablamos claramente y con spoilers, la serie no solo ha vuelto a la incómoda tensión de la primera entrega, sino que además apenas se ha movido de su punto de partida y quedan muchas cosas pendientes para la cuarta temporada: desde cuál ha sido el veredicto final de la ansiada crítica culinaria a la decisión que tomará Sydney, pasando por el futuro familiar de Sugar o de la ex de Richie.

Tampoco nos ha enseñado una nueva receta que llevanos a la boca, aunque siempre podremos invertir nuestro tiempo en elaborar un pollo como en un restaurante francés, quitándole el hueso de la suerte. El resto de los grandes momentos de la tercera temporada de The Bear con los que nos quedamos son estos.

La floristería LaSalle, uno de los negocios que aparece en el comienzo del segundo episodio de la tercera temporada de The Bear. / INSTAGRAM: lasalle.flowers

Homenaje a Chicago.

Tras el viaje en el tiempo y el espacio por el pasado y el presente de Carmy, para que el espectador comprenda mejor su situación psicológica y lo que nos espera a lo largo de la tercera temporada, el segundo episodio arranca con un paseo al amanecer por la ciudad en la que se ambienta la serie. El día en Chicago arranca al ritmo de Save it for later, de Pearl Jam, versionada por su solista, Eddie Vedder.

Y lleva a la pantalla a todos aquellos que hacen posible que una ciudad siga su ritmo habitual, de panaderos a los tostadores de café, pasando por quienes imprimen los periódicos, venden flores o elaboran las salchichas de uno de los locales más famosos de la ciudad. Un precioso homenaje, musicalmente acompañado de forma notable, que sin duda recoge la importancia que la ciudad tiene para la serie, y viceversa.

Ayo Edebiri como Sydney en el primer episodio de la tercera temporada de The Bear. / disney+

El camino de Sydney.

Siempre ensombrecida por la estrella de la cocina, en los nuevos capítulos de The Bear el personaje de Ayo Edebiri ha visto, negro sobre blanco, que sus esfuerzos por ser una chef reconocida es probable que nunca den fruto junto a Carmy. Pero antes de tomar una decisión crucial sobre su carrera profesional, se ha conformado con dar pasos en la personal, independizándose y arreglando lo suyo, sin saber muy bien qué es, con Marcus.

La sorpresa inesperada, mientras ve como a Carmy le importa poco su opinión sobre su cambiante propuesta gastronómica, llega cuando un compañero de profesión le asalta en plena calle ofreciéndole lo que cualquiera que no se sienta reconocido desea, un trabajo mejor. Sin embargo, Sydney es consciente de que tal vez no se vuelva a encontrar con todo aquello que hay en The Bear, y no es Carmy. Y como cualquier mortal, sufre ante la necesidad de tomar una decisión que no quiere tomar. Porque no quiere correr el riesgo de equivocarse.

Liza Colón Zayas como Tina en el sexto episodio de la tercera temporada de The Bear. / disney+

El pasado de Tina.

Si en la segunda temporada nos fuimos a Copenhague para acompañar a Marcus a descubrir los secretos de la mejor repostería, en la tercera entrega la protagonista de un capítulo para ella sola es Tina. El personaje de Liza Colón Zayas, de la que poco sabíamos más allá de su compromiso con la causa y la felicidad que experimentó cuando le enviaron a una escuela de cocina para mejorar sus habilidades.

Como la propia actriz ha explicado en numerosas entrevistas en Servilletas, el sexto episodio de la tercera temporada de The Bear, encontramos numerosas similitudes con su propia carrera interpretativa, en la que siempre se ha encontrado obstáculos por su origen o su edad. Tina los supera en The Bear gracias al buen corazón de Michael Berzatto, una generosidad que la cocinera ha correspondido a lo largo de las tres temporadas. El capítulo además fue dirigido por Ayo Edebiri, Sydney en la ficción, y es el más valorado de la serie en iMDb, con una nota de un 9,2.

Abby Elliott y Jamie Lee Curtis tras el rodaje del octavo episodio de la tercera temporada de The Bear. / INSTAGRAM: jamieleecurtis

Jaime Lee Curtis, otra vez.

Lo reconozco, ver al personaje de Jamie Lee Curtis de nuevo, después del sexto episodio de la segunda temporada con su traumática cena familiar, me apetecía poco. Más o menos como a Sugar, que se pasa ocho capítulos posponiendo una llamada y el destino acaba «obligándole». La tensión entre madre e hija se respira desde que se encuentran en el parking del hospital, pero con paciencia, trozos de hielo y música, todo mejora.

Cuarenta y un minutos de traumas generacionales, perdón a una misma y a los demás que nos sacaron de la tensión de la cocina, y además nos dieron, para variar, un final (ligeramente) feliz. Y eso que, como ha contado Abby Elliot, no ensayaron las escenas y, simplemente, se dejaron llevar por el guión de Storer.

Algunos de los integrantes del reparto de The Bear en una escena de la tercera temporada de la serie. / INSTAGRAM:EVERRESTAURANT

La cena funeral.

Y si el segundo episodio era un homenaje a la ciudad en la que transcurre The Bear, en el último capítulo de la tercera temporada de la serie de Disney+ la demostración de admiración se dirige hacia la otra razón de ser de la serie, los chefs. Y qué mejor forma de hacerlo que contando con ellos, a base de cameos, en un cierre de temporada que nos enseña que la ambición también tiene un límite, mientras un grupo de grandes nombres de la cocina disfrutan de la experiencia gastronómica del Ever por última vez.

Entre ellos, creadores que inspiraron a Storer, chefs relacionados con la producción y nombres imprescindibles en la gastronomía norteamericana. Un sobresaliente para el deseo de poner cara a personas que desarrollan su reconocido trabajo tras las puertas de las cocinas. Y más si vienen acompañados de Olivia Colman sujetando una copa de vino.