Aloña Fdez. Larrechi

El invierno estará siendo templado pero las tradiciones culinarias no se pierden. Y si hace unos días apostábamos por la verdura de temporada de moda, hoy venimos con esas propuestas gastronómicas que nos hacen desear aún más que llegue el frío, los platos de cuchara. Y te traemos los mejores restaurantes de Madrid para disfrutar de las mejores legumbres y las elaboraciones internacionales que son tendencia.

La cuchara, ese utensilio con el que servimos, medimos y comemos, también sirve para dar nombre a exquisitos platos, que además de reconfortarnos y deleitarnos con los mejores ingredientes, nos devuelven a esos clásicos de la cocina, con legumbres o con caldos, que siempre hay que tener en cuenta. Y ojo, porque no nos conformamos con los clásicos de la gastronomía española.

Del cocido madrileño al ramen, la meteorología puede que no nos acompañe, pero las ganas de disfrutar de una buena mesa no nos faltan nunca cuando se trata de unos platos tan suculentos como estos.

El cocido madrileño de Lhardy.

El plato estrella de la institución gastronómica con más solera de la capital es una delicia que hay que disfrutar, al menos, una vez en la vida. Por la experiencia de comer en sus magníficos comedores, por su exquisita atención y por su maestría en esta elaboración tradicional que, gracias a sus ingredientes de calidad, la llevan a la excelencia.

El cocido madrileño de Lhardy en su segundo vuelco y con lasviandasd preparadas. / instagram lhardy

El ritual comienza con su sopa de fideos cabello de ángel y en el segundo vuelco llegan los garbanzos de Brunete, el repollo y la zanahoria de Carabaña, la patata de Granja de los monjes y sus deliciosas viandas. De la morcilla del Valle de Arán a la longaniza trufada de cerdos de Euskal Txerri, pasando por su tocino ibérico, su morcillo de buey gallego y su jamón ibérico de Huelva, entre otros. El festín se termina con otro clásico de la casa, su soufflé.

Los garbanzos de La Raquetista.

Hay muchas formas de disfrutar de las legumbres, y en La Raquetista, con dos locales en Madrid, uno en Doctor Castelo, 19 y otro en Juan Bravo, 41, nos proponen un plato en el que se acompañan de tres delicias que, unidas, nos descubren un universo que estamos deseando repetir. Hablamos de sus garbanzos con butifarra negra, setas y foie, una de las creaciones más icónicas del restaurante. Y no es para menos porque está deliciosa.

Los deliciosos garbanzos con butifarra negra, setas y foie de La Raquetista. / AFL

Pero este no es el único plato de cuchara que podemos disfrutar en La Raquetista, y aunque los callos, patas y morros a la madrileña son una clásica tentación que siempre apetece, desde aquí recomendamos su dim-sum de txangurro. Una fusión asiática y vasca, con su puntillo picante y el exquisito sabor del pescado, que sorprende y conquista a partes iguales.

La fabada de La Máquina Tradicional.

Para los que sean más de fabes, y deseen disfrutar de la creación más emblemática de la gastronomía asturiana, en La Máquina Tradicional (Calle Sor Ángela de la Cruz, 22) tienen más de cuatro décadas de experiencia con este plato al que no le falta de nada.

La fabada de La Máquina Tradicional con su compango al fondo. / AFL

Desde la textura de sus fabes al sabor de su caldo, pasando por su compango casero con chorizo, morcilla y panceta, este clásico de la restauración madrileña es un referente a la hora de disfrutar de una buena fabada. Y también está disponible en su versión tarrina, para poder llevárnosla a casa.

El ramen de Umiko.

No solo del recetario tradicional español vive nuestro paladar y si hay una cuchara que nos gusta, esa es la que nos sirve para disfrutar de un clásico de la cocina japonesa, el ramen. En Umiko, una institución de la gastronomía de esta parte de Asia, podemos saborearlo en su bar en tres diferentes. Y los hay para todos los gustos.

Los tres ramen de Umiko, otro exquisito plato de cuchara. / AFL

El ramen Oni, con caldo de cerdo ibérico, carrilleras de cerdo ibérico 100% bellota, shimeji y cebolleta, el ramen Tengu, de caldo de ave con pechuga de pollo a baja temperatura pack choi, enoki y cebolla roja pluma y el ramen Kappa, con caldo de verduras, calabaza asada, oreja de buda y bimi. Todos vienen acompañados además de sus correspondientes fideos ramen y de su imprescindible medio huevo con yema líquida.

El cocido madrileño de La Rayúa.

Otra de las referencias en el centro de Madrid para disfrutar de un cocido tradicional es este negocio de la calle de la Luna 3, donde historia y gastronomía se dan la mano en un restaurante familiar que lleva el nombre de la matriarca de la familia Verdasco. Su sabroso cocido se prepara en pucheros individuales de barro, elaborados a fuego lento al calor del carbón de encina.

El segundo vuelco del cocido madrileño de La Rayúa. / AFL

El puchero llega a la mesa junto con un plato hondo con fideos. Los camareros sirven el caldo del interior, y lo dejan junto al comensal, para servir el segundo vuelco cuando terminan la sopa. Y entonces llegan los garbanzos, el jamón, el chorizo, el tocino y el morcillo, que podemos acompañar de repollo, cebolleta, piparras y la clásica salsa de tomate con comino.