El pádel, como deporte aeróbico que es, es una de las alternativas más eficientes para quemar grasa de forma divertida. Un partido de algo más de hora y media de este deporte ayuda a perder entre 700 y 900 calorías, lo que lo convierte en una de las alternativas más atractivas y divertidas para aquellas que quieran adelgazar a partir de los 50. Lo mejor, como es un deporte de equipo, podrás disfrutarlo en compañía y te será mucho más atractivo de incorporar a la rutina.
Este deporte tiene su origen en el Acapulco de los años 60. El mexicano Enrique Corcuera creó el primer proyecto de lo que hoy conocemos como pistas de pádel, y con una pala de madera similar a la del tenis puso en marcha una de las actividades que más de moda están en la actualidad. A mediados de los 70 llega a España de la mano de Alfonso de Hohenlohe, quien construye en Marbella las dos primeras pistas de pádel del país.
Beneficios del pádel
Uno de los grandes atractivos del pádel es, precisamente, la pérdida de peso. Al ser un deporte que requiere estar en continuo movimiento, el cuerpo está expuesto a niveles de acción altos que ayudan a acelerar el metabolismo y perder grasa.
Si complementas la regularidad de esta práctica con una dieta saludable y equilibrada, los efectos no tardarán en aparecer, y sin apenas darte cuenta porque además de efectivo es de lo más entretenido, comenzarás a adelgazar de manera saludable.
Pero sus bondades no se quedan ahí. Este deporte implica a todo el cuerpo, pero su trabajo se hace especialmente visible en los brazos y los glúteos. Gracias al movimiento y los cambios de ritmo que este juego precisa, podrás notar cómo los músculos de tus piernas y tus glúteos se tonifican. En poco tiempo podrás presumir de glúteos firmes y piernas fuertes.
En cuanto a los brazos, la relación es directa. Todos los deportes de pala le hacen un gran favor a estos músculos, y el pádel no va a ser menos. Es una gran opción para fortalecer tus brazos y evitar las temidas alas de murciélago.
El pádel es también muy eficaz para ganar flexibilidad y mejorar tus reflejos. Requiere de una entrega absoluta y de atención plena en el juego para ganar la partida. Esto precisa movimientos amplios y continuos que entrenan tu cuerpo y le ayuda a desarrollarse mejor en este aspecto. Lo que podrías obtener con un entrenamiento continuado a base de estiramientos lo lograrás mientras pasas un rato agradable con amigos.
¿Quién puede jugar al pádel?
Para jugar al pádel no necesitas estar en perfecta forma física ni ser una experta en la materia. Hoy en día quedar para jugar al pádel es la excusa social perfecta para divertirte mientras te ejercitas. Ahora bien, para disfrutar mejor del juego, procura que el nivel de tu equipo sea similar al tuyo y evitar confrontaciones innecesarias.
Si te planteas hacerlo parte de tu vida, quizás puedas empezar con un profesional que te oriente, instruya y adapte el juego a tus necesidades. Evita hacer movimientos bruscos que puedan causar lesiones o querer llegar a niveles para los que todavía no estás preparada. Lo mismo si lo practicas en forma de ocio: una jornada de evasión y risas no tiene por qué acabar en lesión por sobrepasar tus límites.
Con la práctica, la constancia y la perseverancia verás como poco a poco no solo mejora tu cuerpo, sino que tu técnica y habilidad a la hora de coger la pala va incrementando conforme pasan los partidos. Como cualquier deporte que se realice con un fin como perder peso, requiere de cierto compromiso y entrega a la causa. Pero, créeme, en esta ocasión merece mucho la pena.
Este deporte tan versátil que puede practicarse de forma lúdica o profesional está abierto a todas las edades, por eso es ideal para las que tienen más de 50 y están en búsqueda de una actividad física que les enganche y les beneficie. Con todo lo que aporta la práctica de este juego, no veas en la edad o en el nivel un impedimento: para jugar al pádel tan solo necesitas hacerte con una pala y ponerle ganas y empeño para exprimir al máximo esta oportunidad.