«No es momento de hacer evaluaciones y de hablar del futuro», decía Diego Alonso apenas se concretó la eliminación de Uruguay en el Mundial de Qatar. No estaba como para responder sobre su futuro cuando todavía estaba masticando bronca por no haber logrado el pase a octavos. Pero había una realidad: su contrato con la Celeste finalizó en el momento en que se terminó la estadía de su selección en Qatar. Enseguida apareció en los medios el nombre de Marcelo Bielsa para ser su reemplazante, sin embargo, desde la Asociación Uruguaya de Fútbol buscan convencer a Alonso para que siga en el cargo.

Alonso asumió en el cargo en enero de este año tras la salida de Oscar Tabárez y dirigió a Uruguay en 12 partidos -incluyendo cinco amistosos- con 8 victorias, 2 empates y 2 derrotas. En encuentros oficiales, estuvo al mando en siete oportunidades con cinco triunfos, una caída y una igualdad: 16 puntos en 22 jugados. Cuando agarró, la Celeste estaba en una situación complicada: marchaba en el séptimo puesto de las Eliminatorias con chances de no conseguir el pase, pero consiguió el objetivo y se subió al avión rumbo a Qatar.

Si bien desde la AUF quieren que siga al frente del proyecto de selecciones (y ya se lo hicieron saber), el Tornado es quien debe dar una respuesta y definir sus objetivos personales. Al entrenador de 47 años le gusta el contacto el día a día con los jugadores en el campo, algo que no va de la mano con los tiempos de selecciones. Y este sería un buen momento para dar un salto en su carrera.

La prioridad de Uruguay es convencer a Alonso para que se quede. Si no lo consiguen, el nombre de Bielsa aparece en carpeta.

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