La décima gala de La isla de las tentaciones nos dejó con Tania acusando a Samuel de traidor, varias  parejas de concursantes y solteros durmiendo juntos, cartas de amor que acabaron hechas pedazos y Cristian y Ana enfrentados en la hoguera de emergencia.

En capítulos anteriores…

Las parejas llegaron a la República Dominicana en la primera gala, los primeros acercamientos se produjeron en la segunda y en la tercera llegó la primera hoguera. La cuarta gala presentó a la nueva pareja que expulsó a una de las que ya estaba concursando y la quinta dio lugar a la hoguera de confrontación.

En la sexta, Mario y Laura se reconciliaron y, en la séptima, Tania fue sancionada por infringir las normas. Javi también se saltó las reglas irrumpiendo en Villa Playa en la octava gala y fue sancionado por ello en la novena.

En la gala de hoy, Ana intentará marcharse del concurso tras ver las imágenes de Cristian. Varios concursantes harán una fiesta de pijamas con sus solteros favoritos (aún no está claro si solo dormirán), leerán las cartas que sus parejas les escribieron al principio de todo y se convocará la primera hoguera de emergencia del reality.

Hoguera de emergencia

Cuando Sandra le pregunta a Cristian qué quiere hacer, para sorpresa de nadie, quiere volverse a su villa. En cuanto a Ana… lo sabremos en el próximo episodio.

Ana está segura que lo de Cristian y María de los Ángeles es un calentón, porque él prefiere una chica que le haga huevos fritos todos los días y que le lave la ropa. Parecía que no iba a ceder pero ha sido ver una mariposa y pensar que es su abuelo intentando decirle algo.

Qué angustia de tío, de verdad. Intenta equiparar las dos situaciones y se niega a aceptar lo que ha hecho mal. Ella le dice que la ha perdido a ella y al perro que querían como a un hijo. Él se defiende diciendo que llama «mami»  a María de los Ángeles porque es venezolana y que lo de ellos dos enrollándose son «muestras de cariño».

Nada, que Cristian sigue erre que erre con lo de que «ha sabido frenar». Al final parece que Ana sí que ha venido, aunque aclara que está aquí por ella, no por él. Ella le acusa de haberla llamado loca y de haber venido ahí a lavar su imagen para hacerle quedar mal.

Ya en la hoguera, dice que «no sabe qué puede haber podido pasar» y que «Ana es una chica muy sensible». Pues, hijo, si no lo sabes tú. Ni viendo las imágenes piensa que tenga motivos para «ponerse así». Al enterarse de que se quiere ir ha puesto cara de que se le va a acabar el chiringuito.

Sandra les confirma que Cristian es el que debe ir a la hoguera, él dice estar muy arrepentido y, dos segundos después, ya está otra vez abrazado con María de los Ángeles.

Por fin, vamos a ver la prometida hoguera de emergencia (aunque realmente es una hoguera de confrontación de toda la vida pero bueno).  Tanta emergencia no será si se han esperado dos días para convocarla. Javi se atreve a decirle a Cristian que no le gustaría estar en el lugar de Ana porque él también se habría molestado después de ver el comportamiento de su novio.

Carta al futuro

Mario ha sido el primero en coger la carta y hacerla una bola, y Laura también ha roto la que le escribió él y la ha lanzado a la piscina. Javi se ha estampado la cara contra la carta, como suele hacer con sus calzoncillos. Cristian ahora se siente culpable (ya veréis como se le pasa pronto).

Ahora se van a poner a leer las cartas que se escribieron antes de separarse. De momento, nadie parece contento tras leerlas. Estoy intentando no fijarme mucho en las cartas porque ya he visto de refilón alguna palabra mal acentuada y me han escocido los ojos. De los márgenes tampoco habrán oído hablar.

A la mañana siguiente, Javi Mario se van apartados y el primero se pone a contarle al segundo lo preocupado que está por Claudia. «El psicólogo y el paciente» los define Valeria.

Cristian y María de los Ángeles también se van a dormir juntos. Él está orgulloso de poder controlarse en momentos como ese. Palmaditas, palmaditas. Debería estar prohibido hacer saltar las luces de la tentación a partir de cierta hora, que la gente tiene que dormir.

A Claudia le ha parecido buena idea ponerle crema antiarrugas a Álvaro como remedio para las quemaduras. Laura ha decidido irse a dormir con Adrián, y Tania y Hugo tres cuartos de lo mismo. A Jessica se la siguen rifando y ahora le toca a Samuel, que se acurruca con ella en una esquina.

Tania sigue en sus trece de que le parece fatal lo de Samu, que si le va a devolver la alianza podrida, que si «se está esforzando para que no sea muy duro para Samuel»… ya se ve, ya se ve. Paola también empeñada en que Andreu no ha entendido nada. Unos tanto y otros tan poco.

Ana se vuelve a Murcia

Mario le cuenta las imágenes de Claudia a Javi y le dice que si ha entrado en una habitación de hotel con Álvaro. ¿Perdón? Hablando de piruetas mentales, Cristian sigue empeñado en lo mucho que le ha decepcionado Ana cuando apenas ha hablado un poco con un soltero y a él le falta tiempo para saltar de una soltera a otra.

Ana llega a Villa Playa y se pone a hacer la maleta. Los solteros intentan convencerla y ella les contesta que «no va a permitir que nadie se ría en su puta cara». Igual hubiera sido buena idea cambiarse de vestido antes de huir. Sandra sale a su encuentro y le dice que convocará una hoguera de emergencia con Cristian y que, si no va, ambos se irán de la isla.

Las hogueras continúan sin Ana. Tania está enfadada con Samuel (y nadie entiende muy bien por qué, ya que no es de predicar con el ejemplo). Ahora resulta que le parece mal que Samu ligue con Elena, porque ella se lía con Hugo pero «tiene dudas». De verdad, es fascinante las piruetas mentales que hacen algunas para criticar a sus parejas por hacer menos de lo que ellas hacen.

La décima gala fue el 24 de noviembre y la próxima será el lunes 28, ya que ahora emitirán dos episodios por semana.

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