Si tomas una clase de yoga restaurativo, es posible que apenas te muevas, haciendo solo unas pocas posturas en el transcurso de una hora. Se trata de una experiencia completamente diferente a la mayoría de los otros estilos de yoga y muy adecuado para empezar, independientemente de la edad.

Se trata de una disciplina para practicantes de todos los niveles. Por definición, el yoga restaurativo es una
práctica relajante que mantiene las posturas de yoga (asanas) durante más tiempo utilizando accesorios como bloques, mantas o cojines. Es una práctica de relajación profunda que se centra en el aspecto meditativo del yoga: la unión de cuerpo y mente. Mediante el uso de accesorios como apoyo, muchas de las posturas se mantienen casi sin esfuerzo.

Cómo hacer yoga restaurativo

Cuando el cuerpo entra en un estado de relajación, la mente también puede hacerlo conscientemente a medida que se libera la tensión tanto del cuerpo como de la mente. El único trabajo que se requiere de tu parte durante una práctica de yoga restaurativo es prestar atención a tu respiración y ser consciente de cualquier sensación o pensamiento que pueda surgir.

La clave del yoga restaurativo está en prestar atención a tu respiración/UNSPLASH

La tendencia general en el yoga occidental es convertirlo en una práctica orientada hacia los estilos atlético, aeróbico y acrobático. Durante las clases típicas de vinyasa, por ejemplo, te mueves rápidamente de una postura a otra mientras acumulas calor y aumentas tu fuerza y flexibilidad con el tiempo.

Mientras que estos estilos energéticos de yoga se enfocan en el compromiso muscular, el yoga restaurativo relaja los músculos usando accesorios para sostener el cuerpo. En algunas posturas restauradoras, también realizarás un estiramiento suave. Las posturas de yoga restaurativas se llevan a cabo entre 5 y 20 minutos.

Las clases de yoga restaurativo suelen ser tranquilas y de bajo consumo de energía, lo que las convierte en un gran complemento para prácticas más activas (así como para vidas ocupadas y cargadas de tensión y prisas) y un excelente antídoto contra el estrés. La quietud es una práctica poderosa.

Beneficios del yoga restaurativo

El yoga es ampliamente promocionado como una práctica física que puede mejorar la fuerza, la estabilidad y la flexibilidad, mejorar la función respiratoria y cardiovascular e incluso aliviar los síntomas del dolor crónico. Los beneficios del yoga para la salud mental también están bien documentados: desde la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión hasta la mejora de la higiene del sueño y la calidad de vida en general.

Practicar yoga restaurativo aporta grandes beneficios a tu salud mental/UNSPLASH

Los beneficios del yoga restaurativo son similares a los muchos de otros estilos de yoga e incluyen aspectos como mayor relajación, facilidad para dormir mejor, una mayor sensación de bienestar, un óptimo estado de ánimo, tratamiento contra el dolor, etc. Además, las prácticas de yoga restaurativo son suaves para las articulaciones y puede fortalecer los tejidos conectivos que rodean los huesos y las articulaciones.

El uso de accesorios

En el yoga restaurativo, los accesorios se utilizan mucho para ayudar a que tu cuerpo pueda mantener las posturas durante periodos de tiempo más largos. Las posturas generalmente
se adaptan de las asanas de yoga sentadas con la adición de bloques, almohadones y mantas para eliminar la tensión.

Por ejemplo, una flexión hacia adelante sentada (
paschimottanasana) puede volverse reconstituyente colocando un almohadón o varias mantas dobladas sobre las piernas. Esto apoya completamente la inclinación hacia adelante al permitir que todo tu torso descanse sobre los puntales.

Otra postura con la que puedes estar familiarizada es la postura de la diosa reclinada (
supta baddha konasana), que también se puede adaptar a una postura restauradora colocando un cojín en la parte posterior de la pelvis para sostener la columna vertebral. Las plantas de los pies se pueden unir suavemente con una manta enrollada.

Qué esperar en clase

Prepárate para una relajación profunda cuando asistas a una clase de yoga restaurativo. Si hace frío, no te quites los calcetines y la sudadera, ya que no se calentará tu cuerpo como lo haría en una clase de yoga más activa. En algunas poses, el maestro puede sugerir que te envuelvas en mantas para sentirte más abrigada y cómoda.

Una vez que estés lista para una pose con todos los accesorios, debes saber que mantendrás esa asana por un periodo prolongado, a veces durante 10 o 20 minutos. En estas poses pasivas, la atención se centra en la pausa y la liberación. Incluso puedes quedarte dormida. Esto puede ser una señal de que el sistema nervioso se está reconduciendo a un estado de descanso versus lucha.

Continuarás concentrándote en tu respiración durante todo el proceso. El maestro puede guiarte a través de una meditación o poner música. Solo puedes hacer cuatro o cinco poses en el transcurso de una clase completa. Una vez que aprendas las configuraciones básicas para algunas posturas, es fácil hacer yoga restaurativo en casa.

El yoga restaurativo puede ser una excelente manera de aliviar el estrés y disfrutar de profundos estiramientos meditativos. Valora la opción tomar una clase antes de intentarlo por tu cuenta. Ten paciencia y disfruta de la quietud de tu cuerpo y mente. Cuesta un poco acostumbrarse, pero después de un tiempo se vuelve más fácil y es posible que te sorprendan mucho los beneficios.