El motn ocurri en la crcel de la localidad de Latacunga Foto AFP
El motín ocurrió en la cárcel de la localidad de Latacunga / Foto: AFP.

Nuevos disturbios se registraron este martes en una cárcel de Ecuador, donde el lunes los enfrentamientos entre bandas del narcotráfico dejaron al menos 16 presos muertos y otros 44 heridos, en lo que constituyó la octava matanza carcelaria desde febrero de 2021 en el país, con un acumulado de más de 400 fallecidos.

«Se presenta un nuevo incidente» en la penitenciaría de Latacunga, cercana a Quito, señaló este martes SNAI, el organismo estatal que administra las prisiones, que no reportó nuevas víctimas.

Los «disturbios» se habrían dado en el pabellón de mediana seguridad, donde se oyeron «detonaciones» y «el personal policial se encuentra conteniendo» a los internos, agregaron las autoridades penitenciarias.

En consecuencia, el «personal administrativo» fue evacuado, agregaron.

Estos incidentes se produjeron horas después de una revuelta en la moderna cárcel de la localidad de Latacunga, en el centro andino y capital de la provincia de Cotopaxi, que aloja a unos 4.300 presos y es una de las más importantes del país.

«Tuvimos un balance de 16 fallecidos», expresó este martes el ministro del Interior, Juan Zapata, al canal estatal EcuadorTV.

Más tarde, el gobernador de Cotopaxi, Oswaldo Coronel, informó en conferencia de prensa que 12 de los 15 fallecidos «han sido ya técnicamente identificados», según la agencia de noticias Sputnik.

Asimismo, en el último balance, las autoridades elevaron de 33 a 44 el número de reclusos heridos, según la agencia AFP. En el primer parte se habían reportado 21.

Es la octava matanza carcelaria desde febrero de 2021 Foto AFP
Es la octava matanza carcelaria desde febrero de 2021 / Foto: AFP.


Zapata precisó que la intervención de 350 policías y 250 militares permitió que «se tomara el control tanto de los pabellones de media y baja» peligrosidad de la prisión, que ya fue escenario de dos de las masacres ocurridas desde febrero de 2021.

Para restablecer el orden, Zapata dijo que «se pudo ingresar» a la cárcel con el apoyo del Ejército, algo que permiten las nuevas disposiciones en la ley que regula el uso de la fuerza para militares y policías, informó la agencia de noticias AFP.

No obstante, la posible muerte de un jefe narco durante los enfrentamientos había alertado a las autoridades, que temían que se produzcan nuevas revueltas en caso de confirmarse este deceso.

Ahora «hay tranquilidad en las cárceles, pero hay que estar atentos porque puede generarse eso», había advertido Zapata.

Previamente, el subdirector del SNAI, Jorge Flores, dijo a la prensa que «de lo que podemos conocer, preliminarmente, el ciudadano Leandro Norero estaría entre las personas víctimas».

Norero, conocido con el alias de «El Patrón», fue arrestado en mayo pasado por el presunto delito de lavado de activos, en una operación en la que se decomisaron 6,4 millones de dólares, 24 lingotes de oro, armas de fuego y municiones.

Al parecer, el hombre con nexos con el narcotráfico y que afrontaba una orden de prisión en Perú pasó a ser uno de los jefes entre los reclusos.

«Respecto a la muerte del procesado #LeandroN., #FiscalíaEc informa que luego de las pericias de identificación correspondientes se podrá confirmar o no su deceso», apuntó la entidad acusadora.

Desde los centros de detención, bandas como Los Chone Killers -a la que presuntamente pertenecía Norero-, Los Choneros, Los Lobos y Los Tiguerones manejan el tráfico de drogas. Las organizaciones libran una guerra dentro y fuera de los penales por el dominio del negocio.

En una entrevista concedida el lunes por la anoche a un canal de televisión, el presidente Guillermo Lasso presentó «un mensaje de condolencia y de solidaridad con los familiares de aquellos que han muerto hoy en (la cárcel de) Cotopaxi».

Esta nueva masacre se produjo apenas dos días después que un equipo de expertos en derechos humanos de la ONU concluyera una visita en el país para evaluar la situación de las prisiones, en un contexto de grave crisis carcelaria, recurrentes motines y violencia.

Las cárceles ecuatorianas se han convertido en los últimos años en campos de batalla donde bandas vinculadas al narcotráfico se disputan el poder.

Esa guerra se extiende también a las calles de varias ciudades como el puerto de Guayaquil, en el suroeste, donde opera un gran complejo carcelario con unos 13.100 detenidos y en el que desde el año pasado se han dado las mayores masacres con cuerpos desmembrados y calcinados, que han pasado a figurar entre las principales de Latinoamérica.

Ecuador, con 18 millones de habitantes, decomisó el récord anual de 210 toneladas de droga en 2021, cuando la tasa de homicidios casi se duplicó al cerrar con 14 asesinatos por cada 100.000 personas.

La nación, localizada entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo, ha incautado unas 150 toneladas de estupefacientes en lo que va de este año.

En agosto, el Gobierno inició un censo penitenciario con miras a mejorar las condiciones de vida ante el hacimiento en las prisiones.

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