Cuál es el verdadero Miguel Ángel Borja Hernández? ¿El que genera murmullos por su displiscencia en su primera acción de juego ante Banfield o el que siempre encuentra un tiempo más en el área y asiste con exquisitez a De la Cruz? ¿Acaso es el que manda al lateral con asombrosa imprecisión la primera pelota que toca o el que hace un gol bien de 9 mandando a la red con la cabeza/hombro el centro de Herrera?
Gallardo, los dirigentes, sus compañeros, todos en el mundo River esperan encontrar rápido una respuesta acerca de la exacta capacidad futbolística de la segunda mayor inversión de la historia del club. Si sus minutos en la Bombonera habíán generado cierta exasperación (y no sólo en el Muñeco), los del Monumental ante el Taladro fueron una metáfora del ambivalente presente del killer colombiano que en cuatro meses cumplirá 30 años.
Simpatía y crispación, el Colibrí despierta sensaciones encontradas en los hinchas que, como pasa en el vestuario, tampoco pueden establecer una sentencia. Aunque es cierto que los u$s 8.600.000 dólares que demandó su transferencia tiñen todo y, en ese contexto, la expectativa aún supera claramente a la realidad.
Entró un rato vs. Boca y no desequilibró.
(MARCELO CARROLL)
Su inconstancia en el juego, los apenas 500 minutos de fútbol que le concedió Gallardo y ese mix de apariciones fulgurantes con desapariciones llamativas dejan en evidencia que a MAB9 le costó sobremanera la adaptación, mucho más a la exigencia física de Gallardo que a la del fútbol argentino.
Superada una etapa de nivelación, el tierraltense sigue con el de acostumbramiento a su nueva rutina en la Argentina junto a su familia. Ya establecido en Canning con su pareja y sus cuatro hijos, Borja espera aclimatarse definitivamente a Buenos Aires, la quinta ciudad fuera de Colombia en la que prueba suerte a lo largo de su frondosa carrera luego de Livorno, Bahía Blanca (Olimpo), San Pablo (Palmeiras) y Porto Alegre para que las cuestiones aleatorias no interfieran en la principal: demostrar en verdad que sus cualidades tienen un correlato con el valor de su pase.
El colombiano lleva 4 goles en River (Foto Maxi Failla).
Cuatro gritos y una asistencia en su primera docena de partidos invitan a mantener una moderada esperanza por el futbolista que el Muñeco eligió para ocupar el vacío que dejó Julián Álvarez y que el domingo, en el Nuevo Gasómetro, podría tener su cuarta oportunidad como titular en el torneo. Una oportunidad para ayudar a develar cuál es el verdadero Borja.