El miércoles 7 de septiembre en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 8° Nominación de la ciudad de Córdoba comenzará el juicio oral y público por la muerte del joven Blas Correas. Los policías Javier Catriel Alarcón y Lucas Damián Gómez están imputados por el delito de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función y agravado por el empleo de armas de fuego. También deberán responder por cuatro hechos de tentativa de homicidio calificado por haber sido cometido en abuso de su función por miembros de las fuerzas policiales.

El tribunal estará integrado por los camaristas Marcelo Nicolás Jaime, Juan Manuel Ugarte, Mario Centeno y por jurados populares. Participarán en el juicio los fiscales Fernando López Villagra y Marcelo Hidalgo.

En la causa también están imputados los policías Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga y Jorge Ariel Galleguillo, quienes deberán responder como autores de encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la calidad funcional y por la gravedad del hecho precedente; y omisión de deberes de funcionario público.

Por su parte, los policías Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez y Leandro Alexis Quevedo están acusados de los delitos de falso testimonio y encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y por la gravedad del hecho precedente; mientras que Juan Antonio Gatica deberá responder como autorde encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional.

Cómo murió Blas Correas

El 6 de agosto de 2020, Blas viajaba en el asiento de atrás del auto que compartía con cuatro amigos, un Fiat Argo blanco. De regreso a su casa dieron un giro equivocado en una calle. Según muestran las cámaras de seguridad, unos metros más adelante había dos patrulleros y policías armados esperándolos en un control, en la Avenida Vélez Sársfield, frente al Ministerio de Desarrollo Social, en la capital cordobesa. 

Los jóvenes se habrían asustado y por eso no se detuvieron. Sin dar ningún aviso, la policía comenzó a disparar hacia el vehículo. Blas recibió un tiro que ingresó por la luneta del auto y atravesó uno de sus omóplatos. 

Sus amigos hicieron todo lo posible para ayudarlo y lo llevaron a una clínica cercana que se negó a atenderlo. Camino al hospital fueron nuevamente interceptados por la policía que les impidió seguir. Blas murió sin llegar a ser atendido. 

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