Atrás quedan los años en los que había que bucear entre la producción televisiva para encontrar algún personaje LGTB+ (y que fuera el protagonista, relevante o no acabara muerto ya ni os digo). El éxito reciente de ‘Heartstopper’ nos hizo darnos cuenta del hueco que hay todavía de series como esa, en la que se dé un enfoque más positivo y realista del tema, sin cargar las tintas con el drama. ‘Con amor, Victor’ ya lo hizo en su momento y la tenéis disponible en Disney+.

Bienvenidos a Creekwood

Todo comenzó en 2018, cuando ‘Con amor, Simon’ se convirtió en un pequeño éxito en taquilla. La adaptación de la novela de Becky Albertalli al cine, de la mano de Greg Berlanti (creador del ‘Arrowverso’), fue una grata sorpresa y aún lo fue más la propuesta para seguir expandiendo la historia en una serie para Hulu.

‘Con amor, Victor’ nació como un spin-off de aquella película, ambientado en el mismo universo. En ella conocíamos a Victor, un adolescente que acaba de mudarse a Creekwood y aún no sabe quién es ni lo que quiere en la vida. Lo irá descubriendo a través de los nuevos amigos que irá conociendo, entre ellos Simon, a quien le irá consultando de forma epistolar.

Sin duda, la serie es un buen relevo para la película, con la misma vocación de historia teen buenrollera con personajes LGTB+. Su principal acierto es su falta de pretensiones: no pretende reinventar la rueda ni ser «la serie de adolescentes definitiva» sino construir una historia bastante sencilla de amor y amistad en el instituto de las que, sin embargo, no tenemos tantas en la oferta seriéfila.

Si echamos un vistazo al género adolescente televisivo, predomina el drama donde explotan el salseo hasta lo surrealista, con algunos ejemplos sueltos que tiran más hacia lo paranormal o la fantasía. No hay nada de malo en este tipo de series pero, precisamente porque hay tantas, se agradece que de vez en cuando tengamos otros ejemplos como esta o ‘Heartstopper’, en las que tiren por tramas más naturales y representen a los adolescentes como adolescentes.

Así pues, nos encontramos ante un coming of age donde nuestro protagonista irá dando sus primeros pasos en esa primera etapa de madurez que es la adolescencia. Veremos cómo Victor va descubriendo el primer amor y sus primeras relaciones de pareja, donde tendrá una gran importancia su experiencia como persona LGTB+.

Referentes positivos

Precisamente, uno de los temas que toca la serie es la importancia de los referentes a la hora de definir quiénes somos. Lo vemos en Victor, que encuentra inspiración en Simon y su historia de amor, y también se comenta en algún momento la problemática falta de referentes audiovisuales LGTB+ que hemos tenido hasta hace relativamente poco.

No solo construye un referente positivo en cuanto a personajes LGTB+, sino también en la forma en que interactúan los personajes. No son perfectos, muchas veces se equivocan, toman malas decisiones, actúan de manera egoísta e incluso meten la pata hasta el fondo pero, al final, utilizan el diálogo para hablar de sus problemas y de sus sentimientos. Es muy agradable ver una ficción donde los personajes intenten arreglar las cosas comunicándose.

La galería de personajes que pueblan esta historia son también su principal atractivo. Son tan entrañables que es muy fácil cogerles cariño y que te interese lo que les pase a lo largo de toda la serie.

La serie está terminada con tres temporadas, de 8-10 capítulos cada una, cuya duración oscila entre los 25 y 30 minutos, por lo que es perfecta para verse varios episodios del tirón. Si bien la última temporada fuerza un poco algunos vaivenes sentimentales, concluye de forma satisfactoria y no estira más de la cuenta las tramas.

Con Amor Victor Temporada 3

‘Con amor, Victor’ es una serie adolescente agradable y sin pretensiones. Un lugar feliz que se acerca de forma menos dramática y más positiva a lo que supone la adolescencia y el autodescubrimiento. Si buscas algo trascendente y sesudo, seguramente no sea tu serie, pero a veces apetece tan solo sentarse a que te cuenten una historia bonita con personajes entrañables.

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