Ángel Di María dejó su sello y fue gran protagonista en su debut en la Juventus. Porque en el 3-0 al Sassuolo por la primera fecha de la Serie A, el argentino se destacó y mucho. Abrió la victoria con un lindo gol: una volea que picó en el piso y se le metió por arriba al arquero. En el segundo tiempo y cuando Dusan Vlahovic ya había hecho el 2-0, le dio una asistencia al serbio que selló su doblete.
Pero ese gran estreno que se venía dando en Turín ante los aplausos de los tifosi, no tuvo el mejor final. Porque cerca de los 20′ de esa segunda parte, Angelito sintió una molestia que lo sacó de la cancha. En su lugar ingresó el juvenil Fabio Miretti mientras Di María se retiró tocándose la zona de los aductores de la pierna izquierda y con preocupación en su rostro.
Un final con bronca para lo que había sido una muy buena presentación, ilusionante. La Vecchia Signora lo fue a buscar antes de que el zurdo terminara su contrato con el PSG, esos siete años en Francia por los que fue muy reconocido aunque no le renovaron su contrato. Y el referente de la Selección Argentina aceptó la oferta de jugar en otro equipo top de su carrera tras el propio PSG, Real Madrid o Manchester United.
Ahora, la Juventus deberá esperar que esa molestia no sea una lesión importante. Porque hasta que ese 1-0 que anotó el argentino con la N° 22 en la espalda, le había costado el juego. Di María salió a jugar libre, en un 4-4-1-1 en el que naturalmente se tiró más por derecha. Anotó su grito, su primer corazoncito en Italia, y no sólo él había tomado confianza, más aún sus compañeros.
