Aunque no esté presente, la influencia de la reina Letizia no abandona jamás a sus hijas. En el primer viaje en solitario de ambas a Figueras (Girona), donde comienza la actividad de la princesa Leonor en el programa que desarrolla la Fundación Princesa de Girona en torno a sus famosos premios, ambas han lucido las ya icónicas alpargatas de esparto que tanto han seducido a las primeras damas asistentes a la cumbre de la OTAN.
Son las mismas Castañer que Jill Biden y sus nietas quisieron comprarse: Leonor (16 años) las lleva con cuña alta, mientras la infanta Sofía luce unas más bajas, aunque se desmarca con el diseño en color negro que se ha convertido en favorito de las expertas en moda. En todo caso, perfectas con sus vestidos de verano, súper favorecedores.
La princesa Leonor, siempre discreta en sus looks, se ha mantenido fiel a su estilo más bien clásico pero súper favorecedor. Acudió a la reunión de trabajo con miembros de la fundación que preside y al posterior encuentro con jóvenes que participan en sus programas, con un vestido estampado comodísimo, perfecto para enfrentarse a una agenda exigente.
Se trata de un vestido blanco con un bonito ‘print’ con motivos vegetales de color rojo, con escote cruzado, cinturón y largo por debajo de la rodilla. El diseño no puede ser más modesto, con unas oportunas mangas farol que refuerzan el espíritu discreto del look. No se le puede poner una pega.
Está claro: aunque probablemente jamás vayamos a vibrar con un estilismo de la princesa Leonor, logra su objetivo de no suscitar ninguna crítica por su imagen. De hecho, esta manera tan discreta de vestir, sobre todo para una chica de su edad, refuerza la distancia que se quiere marcar con los looks influencer, al estilo Victoria Federica.
Esta estrategia, seguramente apoyada e impulsada por la reina Letizia, se subraya muchísimo cuando la princesa Leonor se acompaña por su hermana, la infanta Sofía. La pequeña de la familia se permite muchas
más licencias a la hora de vestir, prueba de que no tiene tanta presión como su hermana a la hora de marcar una determinada imagen pública.
En este viaje de trabajo de la princesa Leonor a Figueras (Girona), la infanta Sofía, eligió para su primera aparición un
vestido corto blanco que estrenó el Día de la Hispanidad en 2021, un diseño corto adornada con volantes, con unas espectaculares mangas fluidas y bordados azul marino.
Este
vestido bohemio, confeccionado en viscosa, un tejido de la celulosa de madera, lo firma la marca francesa Claudie Pierlot (285 euros) y va perfecto con las alpargatas de esparto negras. De hecho, funciona mucho mejor en este look para cumplir con la agenda de la Fundación Princesa Girona, que en la propuesta del Dïa de la Hispanidad.
La combinación del vestigo blanco bohemio mejora con las alpargatas de esparto negras y, sobre todo, con el acertado peinado que luce la infanta Sofía. Es, de nuevo, un síntoma de su atención a las tendencias: esa melena planchada con dos pequeñas trenzas a cada lado no puede ser más ‘hype’. La vas a ver por todas partes.
