Si ya te has iniciado en el yoga y quieres dar un paso adelante, aquí tienes una postura que no es para principiantes, pero que no es tan difícil como parece y que sin duda te dará un salto de calidad en tu rutina de ejercicios. Se llama Bakasana, o pose de la grulla, y te va a ayudar a fortalecer extremidades, estirar espalda y hasta eliminar miedos y rencores de tu vida. Una postura avanzada y con extraordinarios beneficios.

Bakasana se documenta por primera vez en el Hatha Ratnavali, un texto del siglo XVII que sitúa a esta pose en el número 62 de las 84 posturas que se dice que enseñó Shiva. Si bien el pariente cercano de esta postura, Kakasana, es a menudo uno de los primeros equilibrios de brazos que se les enseña a los practicantes de yoga, la versión de brazos rectos que de la postura de la grulla es algo menos conocida.

Los principales beneficios físicos de Bakasana incluyen el fortalecimiento de los brazos para que puedan sostener el peso del cuerpo, el núcleo para ayudar a sostenerte, los glúteos y aductores, las muñecas y los estabilizadores de los hombros. Te prepara para la mayoría de las demás posturas de equilibrios de brazos y estira la parte superior de la espalda y la ingle. La pose puede ayudar a mejorar tu sentido del equilibrio y la concentración, así como contribuir a generar confianza y coraje para combatir tus miedos.

Cómo hacer bien Bakasana

Para hacer correctamente la pose de la grulla, lo primero es partir de una posición de pie y bajar las manos al suelo asegurándote de que están alineadas con los hombros. Colócate de cuclillas, ponte de puntillas y acerca las rodillas a las axilas. Si estás empezando a practicar esta asana, puedes poner un bloque o un libro bajo tus talones para ganar un poco de altura. Te resultará más cómodo.

Todavía de puntillas, levanta bien los glúteos y apoya las rodillas arriba del todo de los brazos, casi llegando a las axilas. A continuación ya puedes doblar los brazos para que el peso del cuerpo se traslade hacia delante. Lleva la mirada al frente para que el peso de la cabeza te ayude en tu equilibrio.

Llega ahora el momento de levantar los pies. Al principio los debes ir levantando alternativamente unas cuantas veces. Poco a poco, verás cómo vas ganando seguridad y equilibrio hasta conseguir levantar los dos pies a la vez. Y recuerda: para encontrar el equilibrio, hay que llevar el peso hacia delante e ir jugando con los pies. Lentamente, con paciencia. Mantén la postura durante 5-10 respiraciones.

Algunas ayuditas

Hay muchos accesorios diferentes que puedes usar cuando eres nuevo en la práctica de Bakasana. Puedes colocar un cojín en el suelo debajo de donde tu cara o frente podrían caer si pierdes el equilibrio. Te ayuda a generar confianza y también es útil para suavizar las caídas. Y usa bloques de yoga debajo de tus pies. Esto te ayuda a levantar más las caderas sobre las muñecas, lo que facilita encontrar tu punto de equilibrio. Practica levantar solo un pie del suelo. Haz esto varias veces en un lado, luego haz lo mismo en el otro lado. Esto le ayudará a ganar confianza, fortalecer los brazos y mejorar su capacidad de equilibrio.