Fue una máquina el City. Esta vez, el que lo sufrió fue el Wolverhampton. Con cuatro goles de Kevin De Bruyne (estrelló un tiro en el palo en el último minuto) y uno de Raheem Sterling, el equipo dirigido por Pep Guardiola dio un pase clave rumbo al título de la Premier League. Un 5-1 lapidario que deja al City en la cima, con tres puntos de ventaja sobre el Liverpool cuando quedan apenas dos fechas para el final del torneo.

De la mano de De Bruyne

Tras la victoria del equipo de Klopp ante el Aston Villa de Dibu Martínez y Emi Buendía, el martes, el City estaba obligado a ganar en su visita a la cancha de los Wolves. Y el que mejor entendió esa obligación fue De Bruyne. El belga se puso el equipo al hombro. En los primeros 23 minutos de juego ya había convertido un hat-trick. Y luego, en el segundo tiempo, metió el cuarto de su cuenta personal. Tremendo.

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Pese a varias bajas, el equipo de Guardiola ganó con claridad y demostró que su sprint final es impresionante. En los últimos cinco partidos convirtió nada menos que 22 goles: 3-0 al Brighton, 5-1 al Watford, 4-0 al Leeds, 5-0 al Newcastle y 5-1 a los Wolves. Lleva 94 goles en los 36 partidos disputados en el campeonato, un promedio escalofriante de 2,6 goles por encuentro.

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Ahora, todo quedó a manos del City. Le quedan dos fechas: visitante ante el West Ham y local frente al Aston Villa. El Liverpool, por su parte, luego de enfrentar el sábado al Chelsea por la final de la FA Cup, jugará ante el Southampton y el Wolverhampton.

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