El yoga es bueno para todo. Puedes hacer estiramientos por la mañana para comenzar el día con energía, tienes modalidades para principiantes y hasta canales de youtube para progresar y encontrar tu favorito. Todo se reduce a conocer tus necesidades. Y si éstas pasan por abrirte las caderas y la espaldas al tiempo que reduces tu carga de estrés, aquí tienes la postura que estás buscando. Se llama Marichyasana en honor a Marichi, uno de los hijos Brahma, el dios hindú de la creación.

Beneficios

Esta postura estira los hombros, la espalda, los isquiotibiales y las caderas. Es un gran estiramiento para que los corredores ayuden a aliviar los isquiotibiales tensos. También se considera una pose calmante y que puede ayudarte en la labor de introspección si estás deseando encontrarte contigo misma.

Cómo hacer bien Marichyasana

Lo primero que tienes que hacer es sentarte erguida con las piernas estiradas frente a ti. A continuación, dobla la rodilla derecha y coloca la planta de tu pie derecho cerca del glúteo del mismo lado. Deja una distancia del ancho de una mano entre el pie y el muslo opuesto mientras mantienes la p
ierna izquierda extendida y enganchada con el pie flexionado.

Estira tu brazo derecho hacia tu pie izquierdo. Pero en lugar de agarrarlo, gira la palma de la mano derecha hacia el lado derecho de la colchoneta con el pulgar apuntando hacia abajo. Envuelve tu brazo derecho alrededor de la parte delantera de tu espinilla derecha. Para ello, debes adelantar la parte superior del brazo y el hombro.

Después, levanta el brazo izquierdo hacia el techo, abriendo el pecho hacia la izquierda mientras mantienes el brazo derecho en esa posición. Deja caer tu brazo izquierdo detrás de tu espalda hasta llegar a unir tus manos. Siéntate erguida con la columna vertebral estirada y recta. Inhala y a continuación exhala mientras comienzas a doblarte en curva hacia adelante manteniendo las manos unidas y la columna estirada.

Mantén tu mirada centrada en los dedos del pie izquierdo. Tu rodilla derecha deberá moverse hacia ese lado, pero mantén tu pie derecho firmemente plantado en el suelo. No pasa nada si tu glúteo derecho se levanta del suelo. Aguanta entre 3 y 5 respiraciones antes de soltarte las manos y hacer la pose con la pierna derecha extendida. También puedes
repetir del otro lado si quieres.

Errores comunes

Para poder aprovechar al máximo esta pose, es necesario hacer bien los pasos y no cometer algunos de los errores más comunes en esta postura. Por ejemplo, procura que tu torso no se deslice hacia afuera. Mantenlo extendido hacia adelante. Es importante mantener la columna recta. Y si ves que no puedes unir tus manos tras la espalda, no lo fuerces. Puedes trabajar para mantener la posición de las piernas mientras haces una flexión hacia adelante.

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