Esta recomendación no es una que vaya a generar consensos. De hecho, es muy probable que muchos salgáis expulsados de lo que propone ‘Titane‘, ya sea por visceral, por violenta, o porque te lleva a territorios que te llevan a dudar si quien está detrás sabe lo que está haciendo. Pero cuidado, que Julia Ducournau sabe muy bien lo que está haciendo todo el rato, y con ello crea uno de los viajes más alucinantes de los últimos años.

Así lo vio el jurado de Cannes liderado por Spike Lee, que no dudó en concederle la Palma de Oro en el último certamen. No lo vieron tan claro desde otras esferas, como la Academia de cine de Hollywood al verla como la representante francesa para el Óscar de Mejor película internacional, o incluso dentro de los propios premios franceses como los César, que se decantaron por la notable ‘Las ilusiones perdidas’. Es una propuesta desafiante, pero que recompensa mucho, y por eso es nuestra propuesta dentro del catálogo de Prime Video.

Coches en llamas

La propia película se encarga de sorprendente cuando crees que ya sabes por dónde irán los tiros. Comienza siguiendo a una bailarina (Agathe Rousselle), en cuyo prólogo vemos que tuvo un accidente automovilístico tras una riña con su padre y se le implanta una placa de titanio. Desde entonces desarrolla una extraña relación con los coches, plasmada en una deslumbrante secuencia sin cortes a ritmo de The Kills donde la vemos realizar una provocativa danza sobre una carrocería con imágenes en llamas.

Pronto vemos que sus perturbaciones no se quedan en una filia automovilística, sino que también la conducen una serie de impulsos homicidas que la llevan a tener que esconderse de las autoridades. Es ahí donde acaba bajo el ala de Vincent (Vincent Lindon) y es donde la película pega un vuelco en tono. Si no era bastante provocación meter escenas de fuerte violencia, aderezadas con un delicioso y retorcido sentido del humor, la introducción de un componente melodramático complejo te desafía a no dejar de mirar.

‘Titane’: la confirmación de Julia Ducournau

El desarrollo de una relación inesperada, casi improbable, refleja la mirada compasiva que realiza Ducournau a personajes que podrían ser fácilmente tachados de monstruos. También le permite explorar desde otro prisma sus ideas sobre el cuerpo y la identidad, la nueva carne (¿titanio?), que ya tocó en su anterior obra Crudo y en el recomendable corto Junior. Y esta exploración no podría resultar más visceral e intensa, metiendo en la ecuación litros de gasolina y fuego.

Pocas películas te van a llevar a plantearte tanto lo que estás viendo. Ducournau consigue una obra completa, con referentes dispares que incluyen a David Cronenberg, Shinya Tsukamoto o Claire Denis al mismo tiempo que consigue lucirse como realizadora de identidad propia. Toma decisiones arriesgadas con decisión, con una brusquedad propia de un volantazo, pero si entras en su juego vas a disfrutar con cada una de ellas. Con este coche sí que no hacen falta carreteras.

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