Espasmo coronario. Es lo que sufrió Robert Rojas un par de horas después de haber sido intervenido quirúrgicamente por la fractura de tibia y peroné. El defensor de River «está bien, lúcido», según le dijeron a Olé, y también continuará siendo monitoreado en la Unidad Coronaria del Sanatorio de la Trinidad de San Isidro. Ahora bien, ¿qué es un espasmo coronario?
Esta afección es una contracción temporal de los músculos de la pared de una de las arterias que lleva sangre al corazón. Este espasmo puede disminuir o interrumpir la circulación. Según un informe de la Clínica Mayo estadounidense, si el cuadro dura lo suficiente puede generar dolor precordial (dolor de pecho, precisamente lo que manifestó Rojas y que alertó a los médicos) y -en casos graves- un ataque cardíaco.
Robert Rojas, el regresar a Buenos Aires.
Sin embargo, a diferencia de un dolor de pecho típico, el espasmo coronario suele darse en períodos de reposo y no durante la exigencia física como otra clase de anginas. Y habitualmente se presentan en horas de la noche y madrugada. Es decir, en el horario que lo sufrió Rojas y en las condiciones específicas en las que el defensor de River se encontraba.
Asimismo, el mismo informe detalla que las personas que lo sufren no siempre tienen factores de riesgo cardiovasculares como hipertensión o colesterol.
En el caso de Rojas, la contracción fue detectada y esto motivó a que fuera no sólo compensado por los médicos sino además estudiado durante las últimas horas del sábado y la madrugada del domingo por los especialistas de la Unidad Coronaria del Sanatorio de la Trinidad de San Isidro.
¿Cómo sigue Rojas?
Robert Rojas, en su cuarto, acompañado por familiares y monitoreado por los médicos.
El cuadro de Rojas se presentó alrededor de dos horas después de la cirugía cuando él ya se encontraba en su habitación y que motivó la realización de una serie de estudios para evaluar el rendimiento cardiológico del jugador. Chequeos que -afirman desde River- hasta el sábado por la noche habían dado bien.
Es probable que Rojas continúe internado al menos un día más para que los médicos logren hacerle un control exhaustivo para lograr diagnosticar qué fue lo que provocó el espasmo.
Desde River mantienen la prudencia ante esta situación, aunque consignan que hasta aquí el jugador no había mostrado ningún tipo de afección cardíaca en los constantes estudios que se le realizaron tanto en la Argentina como en la selección de Paraguay a la que habitualmente es convocado.
«Él está bien, está lúcido», le contó a este diario una persona cercana al futbolista, quien a la vez está transitando las primeras horas luego de una cirugía que resultó exitosa, que fue monitoreada por el doctor Pedro Hansing -el médico del plantel, quien también estuvo atento a lo ocurrido anoche- y cuya rehabilitación desde el aspecto traumatológico le demandará varios meses, incluyendo ejercicios para no perder masa muscular, uso de muletas para ir recuperando fuerza en el tobillo y kinesiología.
Por lo pronto en Núñez se mantendrán en contacto permanente: los integrantes del plantel ya se comunicaron con él, posiblemente Gallardo también lo haga desde la concentración para estar acompañando al futbolista en este post operatorio.
