Si has ido al médico, te ha dicho que tienes sobrepeso y por fin te has decidido a ponerte en manos de un profesional para perder esos kilos que te sobran ya te habrá dado pautas para seguir una
dieta equilibrada. Existen otras cosas que puedes hacer para complementar esa dieta, como tomar cada día diversas infusiones naturales que te ayuden en tu proceso de pérdida de peso: la cola de caballo, que ayuda a eliminar líquidos; el té de canela y miel, que contribuye a acelerar el metabolismo; o el té de abedul, que además tiene efecto anticelulítico. Hoy nos centramos en la infusión de
diente de león, cuyo principal beneficio es el de depurar el hígado, pero que tiene otras capacidades, como la de eliminar líquidos y procesar las grasas, que repercuten directamente en tu proceso de adelgazamiento.

El diente de león, también conocido como achicoria amarga, es una planta fácilmente identificable debido a sus flores amarillas redondeadas con pétalos. Comenzó a ser muy demandada a partir del siglo XV ya que se podía usar en su totalidad: las hojas tiernas eran aprovechadas en ensaladas y las hojas maduras y la raíz eran usadas a modo medicinal, ya que son ricas en vitaminas A y C, hierro, calcio y potasio. La Agencia Europea del Medicamento aprueba el empleo del diente de león para el tratamiento de trastornos digestivos leves (sensación de plenitud abdominal, flatulencias o digestión lenta), así como también para aumentar la cantidad de orina, limpiar las vías urinarias y los riñones.

Un aliado para cuidar el hígado y adelgazar

El hígado es el órgano encargado de mantener limpia la sangre. Esto significa que las toxinas que llegan a nuestro torrente sanguíneo, habitualmente terminan en el hígado. Además, es el órgano encargado de segregar la bilis esencial para la digestión de las grasas, almacenar energía y eliminar toxinas. Esta planta rica en
vitaminas A y C, hierro, calcio y potasio es un buen aliado para el cuidado del hígado gracias a su doble acción: por un lado, estimula la producción de bilis y, por el otro, su vaciado desde la vesícula hacia el duodeno, lo que facilita la digestión de las grasas.

Consumir diente de león es muy recomendado para descongestionar el hígado y mejorar sus funciones, por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes y por ser una buena planta depurativa y digestiva. Así, su consumo regular puede prevenir problemas inflamatorios como el hígado graso.

Otros beneficios del diente de león

– Bueno para los riñones: sus propiedades diuréticas son ideales para tratar problemas renales. Así, se trata del complemento ideal para la limpieza y excreción de toxinas del organismo.

– Efecto laxante: estimula la digestión, por lo que se utiliza en casos de trastornos digestivos como el estreñimiento y la hipoacidez gástrica.

– Previene la retención de líquidos: al ser un buen depurativo, permite al organismo eliminar toxinas y líquidos en exceso, por eso es muy recomendable en caso de tener piedras en el riñón, ácido úrico alto o colesterol.

– Cuida la piel: es efectivo para tratar afecciones cutáneas. Los extractos de hojas y flores de diente de león protegen la piel frente al daño causado por las radiaciones solares, el envejecimiento y el acné, potencian la generación de nuevas células en la piel y aumentan la hidratación.

– Ayuda a prevenir la diabetes: disminuye los niveles de azúcar en sangre y, al ser bajo en calorías, se utiliza a menudo como edulcorante.

Cómo preparar una infusión de diente de león

Ingredientes

– 1 taza de agua (250 ml)

– 2 cucharadas de hojas y raíces de diente de león secas

– 2 cucharadas de cola de caballo (opcional)

Elaboración

– Pon a hervir el agua en un cazo.

– Una vez empiece a hervir, agrega el diente de león y la cola de caballo (opcional).

– Deja que infusione un mínimo de 10 minutos y, pasado este tiempo, apaga el fuego y deja que repose otros 10 minutos.

Cuela el contenido y tómatelo después de tus dos comidas principales.

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