El 50 aniversario de Rolando encuentra a Solita protagonizando Locas de remate en el Astral
El 50 aniversario de «Rolando…» encuentra a Solita protagonizando «Locas de remate», en el Astral.

Soledad Silveyra, quien dio vida a la caprichosa pero apasionada Mónica Helguera Paz en la emblemática telenovela creada por Alberto Migré «Rolando Rivas, taxista», que este lunes cumple 50 años de su primera emisión en el viejo Canal 13, aseguró que la tira ocupa un lugar «fundamental» en su trayectoria y que lo que define su vigencia es «la pasión» con la que se hacía.

«Me emociono inmediatamente», confiesa Solita, consultada por Télam por sus sensaciones por el medio siglo de vida de la ficción en la que encarnaba el interés romántico del personaje del título y que inmortalizó Claudio García Satur.

No fue el primer gran éxito de Silveyra, que se había iniciado en el oficio a los apenas 12 años y que para 1972 contaba ya con títulos tan importantes como «El amor tiene cara de mujer», «Alta comedia» o «Así en la villa como en el cielo» en TV, o «Un muchacho como yo» (1968) con Palito Ortega y «Gitano» (1970) con Sandro.

El 50 aniversario de «Rolando…» la encuentra con una obra en cartel -«Locas de remate», en el Astral junto con Verónica Llinás-, y activa como abuela, pero dispuesta a repasar algunas de sus impresiones tantos años después

Ciertamente tampoco fue el último, en una carrera en cine, teatro y televisión incansable que tuvo numerosos hitos -como «Campeones de la vida» (1999-2001), por mencionar solo uno de su etapa más madura- y hasta experiencias en la conducción como en «Gran Hermano».

El 50 aniversario de «Rolando…» la encuentra con una obra en cartel -«Locas de remate», en el Astral junto con Verónica Llinás-, y activa como abuela, pero dispuesta a repasar algunas de sus impresiones tantos años después.

Silveyra conversó con esta agencia sobre el genio de Migré, el amor del público y hasta hizo una confesión sobre la fogosa conexión que tenía con García Satur.

Télam: ¿Qué te pasa cuando ves que ya pasaron 50 años desde «Rolando Rivas»?

Soledad Silveyra: Me emociono inmediatamente, es una vida. Todo lo que trabajé, todo lo que descubrí, todo lo que aprendí, los actores, el teatro, y la tele. Esa que hacíamos, que trabajábamos 18 horas con una pasión todos que hace años que no veo. Con Migré en el control poniendo la música, todo era un equipo fenomenal. No sé cómo podíamos trabajar tanto, pero fue maravilloso.

T: ¿Sentís que esa tele no existe más?

SS: Es otra tele. Sin lugar a dudas. Es otro mundo también. La tecnología cambió todo, y hoy mandan las plataformas.

T: ¿Qué te dice la gente hoy? ¿Te recuerdan el personaje?

SS: Recién un tachero me cuidó, me ayudó, que venía con ropa, con bolsas, le pago y cuando me da el vuelto le digo «me está cobrando de menos» y me responde «se van a hacer 50 años de ‘Rolando Rivas’, Solita, yo estoy en este taxi por Rolando». Es increíble. Y cuando son jóvenes también, me dicen «Uy, lo que le gustaba a mi viejo la novela». Yo creo que lo que pasó con «Rolando» fue esa magia de que la vieron los hombres, creo que fue la primera novela que trascendió el género femenino.

T: ¿Por qué pensás que pudo pasar eso?

SS: Por lo que tenía «Rolando», por lo que era Claudio; el enorme protagonista de esto es él, que construyó ese personaje. Después la pareja, que tuvimos una química increíble y por algo hice un primer año y me fui… Estaba enamorada de mi marido, y veía que la mano venía peligrosa… (risas)

T: Con esto que decís sobra cualquier pregunta por Claudio como partenaire…

SS: Había una química total, y además es un tipo de una nobleza que respeto, que quiero, que nos seguimos hablando. Un tipo que habla de «no traicionarse». Lo amo, la verdad.

T: ¿Cómo fue que te convocaron para «Rolando Rivas»?

SS: Según tengo entendido, creo que Migré quería a Nora (Cárpena, quien terminó reemplazándola en la segunda temporada de 1973 cuando Silveyra se fue) de entrada y que parece que fue el canal, donde yo había hecho el año anterior «Así en la villa como en el cielo» el que pidió que sea yo.

T: Cuando empezaron, ¿imaginaste que iba a ser el éxito que fue? ¿Que se pararía el país para verlos cada semana?

SS: El programa no arrancó bien, me contó Claudio los otros días. Que tardamos en crecer como dos meses hasta llegar a los 40 puntos de rating. Pero era tanta la pasión con la que lo hacíamos, y nos gustaba tanto que no me acuerdo qué pensaba en ese momento.

Para mí llegamos al éxito un día que íbamos a Córdoba para un premio, que iban Bredeston y Beatriz Taibo, que eran la pareja del momento, y nosotros recién empezábamos. Llegamos a Córdoba y había… no sé, 200 taxis; fue impactante, toda la gente gritando «Rolando y Mónica». Nos subimos a un Peugeot y empezamos a desfilar con todos los otros taxis por calles de Córdoba, en medio de banderas argentinas y parecíamos Perón y Evita (risas). Y Claudio que me decía «no nos creamos nada, porque esto es hoy y mañana puede no ser, no perdamos la humildad».

T: ¿Ves la herencia de «Rolando Rivas…» y de lo que hacía Migré en la televisión de hoy?

SS: Es otra época, es difícil. Nosotros teníamos el mercado del teleteatro como género, de esas telenovelas románticas. Ahora hay como una generación de telenovelas que la siguieron después los turcos, que la gente ve el paisaje también, conoce otras culturas. Y son románticas, y lentas, pero funcionan, y están muy bien hechas.

T: ¿Qué lugar ocupa «Rolando Rivas…» en tu carrera?

SS: Fundamental, fundamental. Creo que lo que resume a «Rolando Rivas…» es la pasión, la de todos los que estábamos involucrados. Hace rato que no veo la pasión de todos.

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