Vale decir que esta vez le costó más de costumbre a Sebastián Battaglia. Porque el técnico de Boca esperó hasta último momento para terminar de darle forma al equipo que este sábado visitará a Independiente en Avellaneda desde las 21.30. ¿Y por qué? Simple: porque metió mano no sólo en cuanto nombres, sino también en el esquema.

Pareciera ser que el 4-3-3 se despidió en la última victoria ante Rosario Central en la cancha de Vélez, en el momento que Battaglia cambió la estrategia en el segundo tiempo y Boca jugó mejor. Notoriamente mejor. Es decir, si bien el León siempre deja claro en sus conferencias o apariciones públicas que le gusta ensayar con varios esquemas para estar preparado ante alguna situación de partido, lo que habría quedado claro es que, por lo menos, el 4-3-3 dejará ser su dibujo de cabecera.

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Porque el 4-2-3-1 que lució en el final con el Canalla respondió bárbaro; porque eso le permitió a Pol Fernández pararse de doble cinco, pero al mismo tiempo soltarse y ser un nexo con los otros volantes y la línea ofensiva; porque Aaron Molinas hizo lo que quiso parado de enganche; porque el equipo tuvo mejor equilibrio en el medio campo, porque se supo replegar con fácil y, por sobre todas las cosas, atacar con mucha gente.

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Y eso le quedó en la cabeza a Battaglia, que este miércoles ya metió mano en el equipo y el dibujo (entre otras cosas, sacó a Eduardo Salvio, el que ahora lleva la 10 en la espalda); y que este viernes terminó de confirmar el equipo ante Independiente: será con un 4-3-1-2 y con Aaron Molinas de enganche.

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El equipo que paró el DT y que jugaría con el Rojo

Agustín Rossi; Luis Advíncula, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, Frank Fabra; Pol Fernández, Jorman Campuzano, Juan Ramírez; Aaron Molinas; Sebastián Villa y Darío Benedetto.

El armado

Al margen del regreso de Marcos Rojo a la zaga central (en lugar de Carlos Zambrano, que además está engripado), el DT de Boca hizo dos cambios: Aaron Molinas por Eduardo Salvio y Juan Ramírez por Diego González.

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¿Y el dibujo? Ojo, si bien esta vez fue un 4-3-1-2 con Molinas de enganche, la realidad es que para Battaglia también puede ser ese 4-2-3-1 del que habló después del partido con central. ¿Cómo sería? Con Pol y Campu de doble cinco; y con Villa, Molinas y Ramírez detrás de Pipa Benedetto.

El 11, por lo visto, ya está listo. Y con cambio de cara.

Aaron Molinas entró muy bien contra Central, le dio otro aire al esquema y al equipo, y este sábado saldría de arranque ante el Rojo (Prensa Boca).

Aaron Molinas entró muy bien contra Central, le dio otro aire al esquema y al equipo, y este sábado saldría de arranque ante el Rojo (Prensa Boca).

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