Que un deportista despierte elogios de sus rivales directos y, sobre todo, de leyendas del deporte no necesita más líneas para explicar o intentar justificar su grandeza, que va más allá de los casi dos metros de altura. Juan Martín Del Potro deja un legado lleno de logros pero también de enseñanza: se cayó una y mil veces, y se levantó en todas. Representar a Argentina es algo que lo motivó siempre. Por eso se puso la bandera a estilo capa de superhéroe en Londres y en Río de Janeiro. Por eso cambió la maldición en la Copa Davis y vistió a la Ensaladera con la Celeste y Blanca. Por eso, un tal Diego Maradona siempre le dio su Mano de Dios.

Mirá también

«No puedo decir que voy por la vuelta milagrosa», soltó JM. Y no es necesario. Con lo que hizo en 15 años de carrera dentro del Circuito alcanza y sobra. Se ubicó -y por lo tanto también ubicó a Argentina- en la cima del tenis. Peleó de igual a igual con Federer (le ganó el US Open y otras tres finales), Nadal y Djokovic (les arrebató medallas olímpicas). Fue parte del Big Four y número 3° del mundo. El CV es amplio, pero con algunos detalles alcanza para dimensionar la clase de deportista que disfrutamos.

El Thor de Tandil. Con solo recordar cómo sonaban esas derechas ante Djokovic en el debut de Rio 2016, un sonido que iba desde el Centro Olímpico hasta el Pan de Azúcar, haciendo temblar al mismo Cristo Redentor ahí en lo alto. Esa semana de Delpo fue única. Llegó con la muñeca en duda y volteó muñecos como Nole y Rafa. Cantó con los hinchas entre los puntos, como para dejar en claro cómo lo disfrutó. Y después de cada partido se tomó el tiempo para sacarse mil fotos o firmar tantos autógrafos le pidan. También le dijo a Olé que esperaba verlo siempre ahí afuera del estadio hasta la final. Así fue.

«Necesito el número de Delpo que tiene en Brasil para saludarlo y darle un abrazo de parte de todos los argentinos. Y por sobre todas las cosas como boquense, con los dos huevos que puso porque a Djokovic hoy no le ganaba nadie y le ganó Delpo”, dijo Maradona en ese agosto plateado de 2016.

Maradona y Delpo en 2013, en Dubai.

Maradona y Delpo en 2013, en Dubai.

«Cilic jugó un partido extraordinario, pero Del Potro jugó mejor y tuvo dos huevos que no los tiene nadie, absolutamente nadie. Hoy Del Potro entró en los corazones argentinos. Esto era una caldera y Del Potro la apagó con dos huevos grandes como la Piedra de Tandil. Gracias por hacerme tan feliz», volvió a elogiar Diego pero en noviembre, cuando Juan Martín le dio vida a la Legión para que luego gane la Copa Davis. «Llevate lo que quieras», le dijo JM al Diez, que agarró raqueta y remera.

Mirá también

Eso nos dejó Delpo, que si bien jugará dos torneos más, la realidad es que hoy nos dijo que hasta acá llegó. No hay que exigirle nada más. Fue la bandera, medalla y huevos. Todo junto.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here