Más allá del encanto que tienen los aperitivos al sol y las charlas a cielo descubirto, las nuevas circunstacias hacen que las citas al aire libre sean ahora mismo las más deseadas (y deseables). Por eso, después de repasar los restaurantes con las mejores terrazas de invierno para comer bien (y seguro) con tus amigas, te enseñamos unos cuantos trucos deco infalibles para aprovechar la tuya al máximo durante todo el año y las ideas más bonitas para dejarla de revista, por muy pequeña que sea.

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No nos cansamos de repetirlo: el tamaño, en decoración al menos, no importa (demasiado). Y es que, aunque todas desearíamos una terraza de casi 1.000 metros cuadrados como la de la mansión más cara de Estados Unidos, un pequeño balcón puede convertirse en un auténtico oasis si sabemos cómo decorarlo y aprovechar al máximo el espacio. En este caso, los blancos de los que siempre hablamos como ‘mágicos’ no tienen tanto protagonismo como los materiales utilizados o los muebles versátiles y funcionales.

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La madera se antoja como la absoluta protagonista de la decoración de la terraza, siempre tratada con acabados adaptados para exteriores, que proteja a los muebles de las inclemencias meteorológicas como el frío, la lluvia o la nieve. La teka, muy de moda; el pino natural, con una excelente relación calidad precio; las maderas tropicales como el ipe, el cumaru o el iroko, muy resistentes; o el cedro, con una resina que ‘repele’ la humedad o los insectos, son apuestas seguras tanto para el mobiliario como los detalles ornamentales o los revestimientos exteriores.

A la hora de elegir los muebles, nada mejor que las piezas versátiles y multifuncionales, sobre todo en espacios pequeños: bancos con almacenaje, mesas plegables y extensibles, sofás de exterior con arcones, estanterías móviles, muebles auxiliares con ruedas fáciles de transportar… Además, los textiles, una vez más, tendrán un papel fundamental, así que además de unas cuantas mantas gorditas con las que taparos cuando refresque, no dudes en colocar grandes cojines de lana rizada o pelo e, incluso, alfombras de fibras naturales resistentes a los exteriores, que aportarán aún más calidez.

Y hablando de calidez, toca subir la temperatura en nuestra terraza para poder estar a gusto de verdad. Si puedes (y en tu edificio o comunidad lo permiten), nada mejor que instalar algun tipo de cerramiento parcial que nos proteja del viento o la lluvia, desde tejadillos de obra (la madera, otra vez, vuelve a ser la mejor opción) a paneles de cristal móviles que se adapten a las necesidades de cada momento. Además, es casi imprescindible poner algún tipo de climatización, ya sean estufas de exterior (de gas o eléctricas), setas de calor o pequeñas chimeneas o braseros de leña que, de nuevo, además de muy ornamentales serán prácticos y nos permitirán disfrutar de este espacio exterior a pesar del frío del invierno.

Por último, ponemos la guinda a nuestra terraza con dos de los elementos de decoración que mejor funcionan tanto en exteriores como en interiores: las luces y las plantas. Para la iluminación, nada mejor que combinar puntos de luz indirecta con farolillos o velas, con guirnaldas de luz cálida, tipo verbena, que crearán un ambiente confortable y perfecto. Además, las plantas de exterior (recuerda elegir siempre variedades que se adapten a la temporada y clima correspondientes), las flores e incluso un pequeño huerto convertirán tu terraza, hasta el balcón más pequeño, en un jardín urbano maravilloso.

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