Para el salón, para el recibidor, para el dormitorio, para el despacho, para la cocina o la despensa, para el baño… Existe un mueble que sirve absolutamente para todo y que queda igual de bien lo coloques en la estancia que lo coloques en tu casa. Por si fuera poco, es baratísimo y, además, se puede ‘hackear’ para transformarlo a nuestro gusto y conseguir que encaje con el estilo que queramos en nuestro hogar.

Parece un simple carrito con ruedas, pero este mueble auxiliar es mucho más que eso. Perfecto para tener todo en orden y multiplicar el espacio de almacenaje en cualquier habitación de nuestra casa, es ligero, fácil de mover de un sitio a otro, y gracias a sus líneas minimalistas y atemporales, encaja en cualquier estancia, tenga el estilo que tenga.

En el salón, se convierte en una camarera súper práctica para crear un mueble bar o como organizador de libros o revistas, además de ser perfecto para colocar plantas y crear un rincón lleno de vida y color. En el dormitorio, puede utilizarse incluso como mesilla, o llevarlo al vestidor y usarlo como organizador de complementos; mientras que en la habiatación de los niños se convertirá en un elemento clave para tener juguetes, pinturas o material escolar en orden. Si lo colocas en el despacho, tendrás a mano todo tu material de oficina para un día a día más productivo, y en el recibidor, será el ‘cajón de sastre’ (que no ‘desastre’) donde dejar las llaves, el móvil, las gafas o las mascarillas y ahorrar mucho tiempo antes de salir de casa.

Sin embargo, es en la cocina y en el baño donde se convierte en imprescindible: perfecto para la despensa, como frutero, para organizar botes y tarros, como especiero o para tener la vajilla a mano y en orden para llevarla de forma sencilla a la mesa; en el aseo será también muy útil para tener organizados desde las toallas a los perfumes o todos nuestros productos del ritual beauty diario.

Por si no fuera suficiente con sus múltiples usos, su versatilidad, la facilidad que ofrece para moverlo o lo barato que es (
en IKEA el modelo RÅSKOG cuesta 39 euros y en Primark Home, menos de 20 euros), este mueble auxiliar puede personalizarse de una forma muy sencilla para crear un diseño a tu medida que encaje a la perfección con el estilo deco de tu casa: se puede pintar de cualquier color e incluso imitar una textura envejecida o industrial o elegir un vinilo adhesivo con diferentes diseños para hacerlo único de una forma sencilla, rápida y ‘low cost’.

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