El plantel de Boca volvió a las prácticas con algunos casos de Covid, varios futbolistas que regresaron de sus préstamos pero no serán tenidos en cuenta, pero con ningún refuerzo de cara a la próxima temporada. Y para colmo, sufrió un duro golpe de mercado cuando lo que espera su gente es el anuncio de una nueva incorporación. ¿Qué sucedió? Guillermo Fernández se comunicó con el club para anunciar que decidió quedarse un semestre más en Cruz Azul y desestimó así el llamado de Juan Román Riquelme para incorporarse al equipo de Sebastián Battaglia.

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Al parecer, no se trata de una negativa que tuviera que ver con las esquirlas que hubieran quedado por su mala salida del club, cuando en octubre de 2020 Boca decidió colgarlo por una discrepancia contractual entre las partes. En realidad, Pol hasta agradeció el gesto de Boca de llamarlo, pero decidió cumplir su contrato con el equipo mexicano y quedar con el pase en su poder a mitad de este año, y ahí habrá que ver si Boca está en condiciones de incorporar a un futbolista que tendrá opciones para elegir.

Para la dirigencia del club es un trago amargo, ya que esperaba poder contar con un jugador que demostró su valor cuando fue parte fundamental del título de la Superliga 2019-2020 y había sido titular en 13 de los 14 partidos de la era Russo, hasta el encuentro contra Lanús, el 31 de octubre. Ese día ingresó apenas 16 minutos y no volvió a jugar más en Boca por su problema con la dirigencia por su contrato. Para Boca es un problema doble, porque no consigue incorporar a un futbolista que podría llenar el espacio que dejó Edwin Cardona, y además le impide solucionar el conflicto con Cristian Pavón y le arruina la chance de monetizar algo por su pase.

Efectivamente, Cruz Azul se comunicó con Boca interesado por Kichán, y ahí el Consejo vio la chance de conseguir a Pol como parte de la operación. Como en junio el delantero se queda con el pase en su poder, y no renovará contrato, esta chance era una buena forma de obtener un buen dinero por Pavón -unos cinco millones de dólares aproximadamente-, lejos de los 20 de la cláusula de salida pero interesante ante la alternativa de no recibir nada dentro de cinco meses. Ahora todo vuelve a fojas cero.

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Pol Fernández sorprendió por su rendimiento y fue uno de los grandes aciertos de mercado, que no fueron muchos, de la era Riquelme. Fue clave en el mejor momento del ciclo Russo, y su salida produjo una fuerte reacción interna del plantel, que se quejó (primero en público y luego en privado) cuando al mediocampista lo sacaron del equipo y no lo dejaron jugar más. Incluso, fue el propio Carlos Tevez quien reconoció que la limpieza de Pol fue irreparable para el funcionamiento de Boca. «Pol era un jugador fundamental para nosotros. Se había ganado nuestro cariño y se vio reflejado en la cancha. El equipo después de su partida perdió muchísimo. Era el jugador que nos daba dinámica defensivamente y ofensivamente. Recuperaba y nos llevaba la pelota. Teníamos más espacios y tiempos. El cubría todo eso. La partida de Pol a nosotros nos cayó pesado», explicó el Apache. Ahora habrá que buscar por otro lado…

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