Marcelo Gallardo está trabajando a dos manos. Literal. En una sostiene la lista de posibles refuerzos para su River, en la que ya tildó el nombre de Tomás Pochettino y ya afina el lápiz para hacer lo propio con Juanfer, Mammana y González Pirez. Y en la otra palma tiene anotados a aquellos jugadores que no convencieron durante el año pasado, otros que por proyección pueden madurar en otros clubes y a los que, tras retornar de sus préstamos, volverán a ser negociados. Y según pudo averiguar Olé, en el rubro partidas la suerte ya está echada para varios…

Es parte de la lógica, tanto futbolística como económica. El DT de River no es afín a contar con un plantel muy extenso y la dirigencia también entiende que para seguir sumando caras nuevas (o no tanto) es necesario hacer una reducción de la plantilla. Y es por eso que ya empezaron a delinear el futuro de varios de los que retornan tras haber sido cedidos, como Cristian Ferreira y Carlos Auzqui: ninguno será tenido en cuenta por el DT para este 2022.

Pese a haber redondeado una buena temporada en Colón, Ferreira (23 PJ, tres goles) no se quedará en Núñez. La intención es que el volante de 22 años emigre por una nueva cesión o bien vendiendo su ficha, en lo posible en un mercado emergente del exterior.

De hecho, su salida también se emparenta con la de Tomás Galván, quien fue cedido a préstamo -sin cargo ni opción- a Defensa. ¿Por qué? Básicamente porque el DT ya cuenta con varias opciones en ese puesto: están Palavecino, Enzo Fernández, llegó Pochettino, seguramente lo hará Quintero…

Mientras que el Perro, una de las figuras de Talleres en el último torneo, correrá la misma suerte: en su caso, River desea recuperar parte de la inversión (su 50% está fijado hoy en 1,5M de dólares y ya hubo sondeos de Colo-Colo) vendiendo su porción de la ficha, parte de ella o bien cediéndolo a préstamo nuevamente. 

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