Atormentado por una temporada fatídica que incluyó la reciente eliminación en instancia de fase de grupos de la Champions League, alejado de los primeros puestos de la Liga que lidera en soledad Real Madrid, diezmado por las lesiones y sin soluciones aparentes, el Barcelona de la era post Messi continúa sumergido en el abismo, ahora con Xavi al mando.
La visita a Pamplona parecía ser una buena oportunidad para que el equipo blaugrana empezara a dejar atrás la dolorosa derrota por 3-0 frente a Bayern Munich que le puso punto final a su participación en la competencia de clubes de mayor relevancia de la UEFA de manera temprana. Dos veces estuvo en ventaja el equipo de Xavi, y dos veces Osasuna logró empatárselo. Primero mediante un cabezazo de David García, apenas dos minutos después de que Nico González adelantara al Barça, y luego a través de un derechazo del Chimy Ávila, delantero argentino con pasado en San Lorenzo, quien apareció a poco de que el árbitro le bajara la persiana al partido para marcar el 2-2 definitivo (el marroquí Ezzalzouli había puesto el 2-1 parcial).
Todos abrazan al Chimy Ávila, autor del empate de Osasuna.
Sin Depay, Jordi Alba y Sergi Roberto, todos lesionados, Barcelona, que sigue alejándose de la cima de la Liga, afrontará el martes a las 14 (hora argentina) un amistoso contra Boca en homenaje a Diego Armando Maradona, poco menos de un mes después de que se haya cumplido el primer aniversario de la muerte del astro argentino. El partido se jugará en Arabia Saudita, más precisamente en el estadio donde hace las veces de local el Al Nassr, en la ciudad de Riad, donde se espera una buena cantidad de público.
Después se vendrá el Elche en el Camp Nou y el reencuentro con la gente tras el cachetazo más duro en lo que va de la era post Messi.
