Hay posturas de yoga para adelgazar y reducir cintura de la misma forma que otras poses fortalecen tus piernas y otras te ayudan a relajarte. ¿Y qué tal buscar una que mejore tu columna y elasticidad después de una jornada marcada por la rigidez de una mala postura al sentarte o caminar? Entonces lo que buscas es la postura del gato.

Se trata de una pose básica en el yoga y apta tanto para principiantes como para ya experimentadas. Contribuye a crear una especie de automasaje en la columna para aumentar su elasticidad y liberarla de tensiones. También e
stira espalda y cuello. Se trata de un excelente calentamiento antes de la práctica de yoga. Adicionalmente, fortalece los músculos de las manos y muñecas.

Desde la perspectiva mental, la postura del gato induce al estado meditativo, ya que mantienes la mente concentrada en contar despacio e interiormente los segundos que mantienes la pose. Así pones tu mente en blanco y aprendes a controlar tu mente y pensamientos.

Cómo hacer la postura del gato

Sitúate en posición cuadrúpeda, lo que vulgarmente se conoce como «a cuatro patas». Vigila que las muñecas estén justo debajo de los hombros y tan separadas entre sí como las rodillas, que a su vez deben estar tan abiertas como las caderas. Pon la cabeza mirando hacia abajo y vacía de aire tus pulmones.

A continuación, inspira profundamente mientras elevas la espalda arqueándola, pero sin despegar las manos de tu colchoneta, mientras agachas la cabeza y metes el abdomen hacia dentro. Necesitarás estirar los brazos. Mantén esta posición y la respiración durante 10 segundos. Cuéntalos mentalmente. Cuando llegues a 10, vuelve a la posición inicial mientras expulsas el aire. Repite cinco veces.

Si tienes alguna duda, pídele a un amigo que coloque sus manos en la parte superior de tu espalda y el abdomen para ayudarte a activar esa zona. Intenta iniciar el movimiento desde el coxis primero y luego subir por la columna para que tu cabeza caiga al final. Esto puede ayudarte a activar la curva en diferentes partes de su espalda.

Algunas variantes

Puedes probar también la versión sentada. Ponte sobre una silla o en una posición cómoda con las piernas cruzadas. Coloca las manos sobre las rodillas y rodea la columna en la postura del gato al exhalar. También puedes probar la versión de pie poniéndote con las piernas separadas a la altura de las caderas y con las rodillas ligeramente dobladas. Coloca las manos sobre los muslos y rodea la columna al exhalar.

Se trata de una postura que apenas tiene contraindicaciones. Si acaso, no se aconseja para embarazadas porque puede ser muy incómoda y, sobre todo, porque supondría concentrar el peso del bebé en la espalda. Y, como se ha sugerido, si te cuesta subir la espalda, pídele ayuda a alguien.

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