Van 11 minutos del primer tiempo y Paris Saint-Germain está para el KO. Leipzig le gana 1-0 y el penal que tiene a favor lo invita a empezar a liquidar la historia. André Silva se para frente a la pelota. El portugués es una garantía: de diciembre de 2018 a esta parte ejecutó 11 penales, todos adentro. Pero esta vez está Donnarumma.

El arquero del PSG atraviesa un momento único. Nominado al Balón de Oro, viene de ser figura en la Eurocopa que ganó con la selección de su país, Italia, justamente por la enorme actuación que tuvo atajando penales en la definición con Inglaterra. Y ahora se vistió de héroe para salvar a su equipo del porrazo.

Fue la pierna izquierda la que desvió el remate de André Silva. El disparo, vale decirlo, no fue lo suficientemente potente y mucho menos bien direccionado, pero incluso así la atajada de Donnarumma merece el elogio y no por la espectacularidad sino por la implicancia, por el significado.

El penal que cambió el partido

Gracias a esa intervención del arquero, PSG pudo reponerse y darle vuelta el partido al Leipzig con los goles de Wijnaldum, autor de un doblete para el 2-1 parcial.

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