Llegó al Sur con la intención de empezar a calentar los motores de cara a la recta final del campeonato. Llegó al Sur para poner primera y dejar atrás las flojas actuaciones en los empates frente a Gimnasia de Mendoza y Estudiantes de Río Cuarto. Sin embargo, Almirante Brown se quedó en intenciones. Es que le faltó nafta para superar a Temperley: igualó 0-0 y hoy se le puede acercar Tigre (se enfrenta a Mitre, en Victoria). La recta final, cada vez más cerca…

La vuelta del público de Temperley a la cancha

En el primer tiempo, la diferencia en la tabla de posiciones no se notó en la cancha. Pese a que uno está en la cima y el otro se encuentra muy lejos de los puestos de clasificación al Reducido, el Gasolero se sintió más cómodo. Con 12.000 hinchas en el retorno del público al Alfredo Beranger, tomó el protagonismo y no lo soltó. En cambio, La Fragata tuvo muchos inconvenientes: por un lado físicos y, por el otro, futbolísticos. Lejos del nivel que lo llevó a ilusionarse con el ascenso a la Liga Profesional, extrañó al Gurí García y al Pomelo Vera, sus hombres más desequilibrantes. Y, como si fuera poco, tuvo dos cambios obligados por las lesiones musculares de Agustín Dattola y Martín Batallini.

¿Chances de peligro? Pocas. Mientras Vera se lo perdió para la visita, el Mono Martínez le ahogó el grito al local tras un remate de Elías Contreras. Todo pudo haber cambiado en el cierre del PT, cuando el árbitro Yamil Possi cobró afuera del área una infracción de Joaquín Papaleo a Álvaro López que había sido adentro.

En el complemento, los dos defraudaron. Ninguno tuvo lucidez ni fundamentos para crear fútbol, más allá de alguna situación esporádica que inquietó a los arqueros. La igualdad le quedó pintada a un duelo que careció de chispa para romper con las estructuras. Almirante tendrá que reaccionar si no quiere sufrir en el desenlace. ¿Podrá?

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