Si eres principiante en esto del yoga, seguramente te hayas preguntado qué modalidad elegir para empezar. Ya busques el yoga como arma de relajación o como una ayuda para perder peso y mantenerte en forma, lo cierto es que estás en la senda adecuada. Lo que pasa que ahora se presenta esa doble bifurcación: ¿tomar el camino del hatha o seguir por el del vinyasa yoga? En realidad, todo depende de tus objetivos y forma física. Eso es lo que marcará tu elección.

Hatha y vinyasa yoga comparten muchas posturas. A su manera, cada uno enfatiza la respiración consciente y controlada para ayudarte a relajarte al tiempo que mejora tu estado físico. La mayor diferencia está en la diferente intensidad. Pero recuerda: siempre pondrás probar los dos y ver cuál es el que mejor se adapta a ti.

¿Qué es el hatha yoga?

Con el hatha yoga, mueves tu cuerpo lenta y conscientemente en diferentes posturas que desafían tu fuerza y flexibilidad mientras te enfocas en la relajación y la atención plena. Pone especial énfasis en la respiración y el control de tu cuerpo. Desarrollar la fuerza central, clave para una buena postura, es otro aspecto importante de este tipo de yoga.

Las investigaciones han demostrado que el hatha yoga tiene una amplia variedad de beneficios: r
educe el estrés y los síntomas de depresión, proporciona flexibilidad muscular y articular, fortalece el núcleo central… Es un tipo de yoga muy completo a todos los niveles y resulta ideal para principiantes.

¿Qué es el vinyasa yoga?

El vinyasa yoga propone un enfoque caracterizado por pasar de una postura a otra directamente. Tiene mucha relación con el llamado ashtanga yoga, aunque la diferencia es que las sesiones de este último tipo de práctica siguen el mismo patrón de posturas en todo momento y en el caso del vinyasa van cambiando según sesiones.

Así, en el vinyasa se suele pasar de una pose a la siguiente a criterio del profesor. Esta transición se coordina con tu respiración. Se hace específicamente al exhalar o inhalar y te da la sensación de que es tu propia respiración la que mueve el cuerpo. Una sesión intensa de vinyasa puede suponer todo un desafío físico hasta el punto de ser considerado un gran entrenamiento de cardio, resistencia y fuerza. Obviamente, también trabaja sobre la estabilidad y el equilibrio físico y mental.

Las principales diferencias entre hatha y vinyasa yoga

La clave está en el ritmo e intensidad. El el vinyasa todo se mueve a un ritmo más rápido y requiere un mayor control de la respiración. En ese sentido es más exigente que el hatha yoga. Debido a que se realiza más lentamente y las posturas se mantienen durante más tiempo, el hatha yoga permite realizar más estiramientos. Se podría decir que el vinyasa es más cardio y el hatha trabaja más la flexibilidad.

Por eso, el hatha será perfecto para ti si te inicias en el yoga, no tienes una preparación física de base, quieres priorizar una reducción del estrés y prefieres un ritmo más lento y relajado. Por su parte, el amarás el vinyasa si ya estás un poco familiarizada con el yoga, tienes cierto nivel físico, te gusta trabajar el cardio y buscas nuevos desafíos.

Te recomendamos: