¿Por qué es tan bueno nadar? Entre otras cosas, porque libera la presión que genera la gravedad, reduce la tensión arterial y alivia la carga de tu peso. La natación también te aporta beneficios psicológicos porque relaja y te sientes bien. Y luego está cómo nadar moldea tu cuerpo. Por ejemplo, perfila tu silueta porque
te ayuda a adelgazar y a mantener un equilibrio en tu peso.

Nadar te ayuda a quemar grasas

La Escuela de Medicina de Harvard estima que una persona de 70 kg quema aproximadamente 233 calorías en media hora de natación. Los movimientos que haces al nadar afectan a la cantidad de calorías que quemas y dependiendo del estilo elegido vas a perder más o menos. Así, la mariposa es la disciplina más dura y la braza es la más liviana.

Un estudio de 12 semanas en 24 mujeres de mediana edad encontró que nadar durante 60 minutos tres veces por semana ayuda a reducir significativamente la grasa corporal, mejora la flexibilidad y reduce varios factores de riesgo de enfermedades cardíacas, incluido el colesterol total alto y los triglicéridos en sangre.

Otra ventaja de la natación es su naturaleza de bajo impacto, lo que significa que es más cómoda para las articulaciones. Esto lo convierte en una excelente opción para las personas que tienen lesiones o dolor en las articulaciones. Realmente, es una de las prácticas deportivas que no conocen limitaciones por la edad. Nunca será tarde para incluir la natación en tu rutina diaria.

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Practica la natación por la mañana

Si tienes la oportunidad de nadar por la mañana, merece mucho la pena. Por ejemplo, antes de ir al trabajo o de incorporarte a tu rutina diaria. Despertarte por la mañana e ir a nadar dejará tu cuerpo en ayunas y preparado para utilizar esas reservas de grasa como energía. No es solo una excelente forma de ejercitar el cardio, sino que también es un entrenamiento de cuerpo completo, por lo que siempre hay grandes resultados a todos los niveles.

La natación quema muchas calorías cuando estás comenzando, aunque es cierto que a medida que mejoran tus habilidades en el agua la frecuencia cardíaca no aumenta tanto. La solución es nadar más intensamente y más rápido. No te conformes con los resultados iniciales. Modificar tu rutina, que no siempre sea la misma, te ayudará en ese empeño.

Para perder peso, lo mejor es ser constante

Para perder peso, lo mejor es ser constante y activa. La frecuencia con la que tienes que practicar la natación para adelgazar es la misma que la de otros ejercicios cardiovasculares, así que intenta realizar de cuatro a cinco sesiones a la semana para obtener los mejores resultados.

Si estás empezando, una buena referencia para esos primeros momentos son baños de 1
5 a 20 minutos cada dos días para luego aumentar gradualmente a cinco sesiones semanales de 30 minutos cada una. Pero plantéate objetivos realistas: si comienzas una nueva rutina de natación con una intensidad demasiado alta, el dolor muscular y la fatiga pueden hacer que te rindas.

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Y otro consejo: ajusta tu dieta. Como con cualquier plan de pérdida de peso, con la natación vas a quemar más calorías de las que ingieres. Y como nadar requiere mucha energía, deberás reponerla con la alimentación. Además, ten en cuenta que el agua fría puede hacer que tu apetito aumente sustancialmente después de una sesión. Es una buena idea meter en tu dieta alimentos saciantes como huevos, frutos secos, manzanas o granos integrales.