Dicen que caminar es todo el ejercicio que debes hacer para quitar la tripa. Y que mezclar mindfulness y ejercicio agrega múltiples beneficios a la salud. Y que caminar a intervalos es la mejor forma de adelgazar. Pero lo más sorprendente es que algo tan sencillo y hermoso como caminar por la playa pueda tener tantos beneficios a todos los niveles. Para tu cuerpo, para tu corazón y para tu mente. Desde luego, suena a ejercicio más apetecible que puedes hacer, ¿verdad?

Lo primero de todo: caminar ya es una excelente manera de quemar calorías y mantenerse activo, pero el tipo de superficie sobre la que andas es vital para el estado de tu espalda y columna. Las superficies más blandas, como es la arena, evitarán problemas en zonas tan delicadas, y más cuando se va acusando el paso de la edad.

Los primeros beneficios de caminar por la playa; más esfuerzo, más calorías quemadas

El simple hecho de caminar sobre arena ya requiere un esfuerzo mayor que el de andar sobre una superficie dura. Los músculos y tendones trabajarán más fuerte y fortalecerán el pie y tobillo al tiempo que quemas más calorías. Es una práctica estupenda para quienes padecen dolor en las piernas, la espalda y las caderas, ya que la arena rebaja la tensión en el cuerpo y lo agradecen huesos y articulaciones.

Y luego está ese maravilloso efecto que tiene sobre la mente escuchar las olas y estar al aire libre contemplando el horizonte. Es un efecto calmante para cualquier sistema nervioso. Ayuda a aliviar el estrés al tiempo que tu cuerpo sintetiza la vitamina D que proviene del sol.

Y más: corazón, efecto exfoliante, entrenamiento de fuerza y prevención de lesiones

Caminar por la arena añade otros muchos efectos positivos. Por ejemplo, el simple hecho de andar y realizar un esfuerzo extra (aunque no lo notes) es bueno para tu corazón porque le obliga a trabajar y mantenerse activo.

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Además, tiene un efecto exfoliante, pues los paseos descalzos ayudan a eliminar las células muertas de la piel y suavizan las plantas de los pies. Y es un entrenamiento de fuerza, pues el aumento de la resistencia fortalece los músculos que hay desde los pies a la espalda, y especialmente las pantorrillas, cuádriceps y glúteos. Igualmente, hay un menor riesgo de lesiones por el simple hecho de que al caminar sobre una superficie blanda se genera menos impacto.

Andar por la arena es quemar más calorías

Obviamente, caminar por la playa te va a ayudar a perder peso. Un reciente estudio explicó que andar sobre arena conduce a una mayor reducción de la circunferencia de la cintura que caminar sobre suelo firme. Concretamente, 2,3 centímetros menos de contorno.

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La explicación a la pérdida de peso es más que lógica y tiene en cuenta los conceptos de equilibrio y fuerza. Tu organismo quemará el doble de calorías que si caminas por la calle simplemente porque los músculos de las piernas y la espalda tienen que esforzarse más para mantenerte estable sobre la arena.