Solo practicar ejercicio cinco minutos al día ya ofrece beneficios. Pero eso es conformarse con poco. ¿Por qué no hacer
ejercicio 20 minutos al día? Y realmente tampoco necesitas ir al gimnasio para hacer ejercicio. Ahora la cuestión es decidir: ¿hacer deporte por la mañana o por la tarde? Madrugadores y noctámbulos tienen argumentos para defender una u otra postura.

El tópico dice que el mejor entrenamiento es el que realmente haces. Más importante que cualquier cuestión científica sobre cuándo debes entrenar es lo que te permite el día a día. ¿Cuándo puedes ir al gimnasio? ¿Cuándo puedes salir a caminar? ¿Cuándo te lo permiten los niños? ¿Cuándo te apetece realmente? ¿A qué hora te hace sentir mejor el ejercicio? Pero si puedes elegir, ten en cuenta lo que sigue.

Por qué hacer ejercicio por la mañana: pierdes más grasa y ganas energía

Una buena razón para hacer ejercicio por la mañana es que tus niveles de testosterona son superiores por la mañana, lo que alimenta tu energía y la pérdida de grasa, según los investigadores de la Universidad de Bath. Y otro añadido interesante: comerás 100 kcal menos durante el día después de levantarse temprano.

Pero luego aparece una contrapartida: el cortisol, la hormona que se «come» los músculos, aumenta en un 75% por la mañana, pero se normaliza por la noche. Es decir, ganas menos músculo por la mañana. ¿Perder grasa o ganar músculo? Ese quizá sea un buen punto de partida para decidir cuándo deseas hacer ejercicio.

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La alimentación como complemento

Complementariamente a levantarte temprano para hacer ejercicio, debes saber que la alimentación puede ser tu gran aliada. Un buen desayuno te ayudará a quemar calorías adicionales durante el día al recargar tu metabolismo, según el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Pero, curiosamente, la proteína se absorbe mejor después de ir al gimnasio a última hora.

El estilo de vida y tus obligaciones son determinantes

En general, hacer ejercicio por la mañana es mejor no por un motivo físico específico, sino por los avatares de la propia vida. Es más fácil comprometerse y terminar antes de que las responsabilidades y obligaciones del día se interpongan y te propongan un obstáculo que finalmente te impida hacer deporte.

Por otra parte, quizá según avance el día la jornada se hace agotadora que te sientas demasiado cansada para ponerte las zapatillas y salir a sudar. La motivación es fundamental para hacer ejercicio. Y otra cosa no menor: el deporte por la noche también puede aumentar la energía, lo que luego dificulta conciliar el sueño.

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Mañana vs tarde: y el veredicto es…

Hacer ejercicio a primera hora del día te ayudará a comenzar la jornada con más energía, concentración y optimismo. Además, después de un entrenamiento matinal, lo más probable es que comas menos y más saludablemente.

Pero hacer deporte por la tarde o por la noche tiene también sus propias ventajas: temperatura corporal más alta, mayor fuerza y resistencia, posibilidad de hacer ejercicio con compañía o encontrar un estupendo
alivio para el estrés acumulado durante el día, entre otros.

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Así pues, no hay un vencedor claro en la batalla entre hacer ejercicio por la tarde o por la noche: todo depende de tus necesidades vitales y, también, del tipo de beneficio que quieras obtener. Lo realmente importante es que hagas deporte independientemente de la hora a la que lo practiques.