Hay muchos alimentos que te ayudan a combatir el estrés y que deben formar parte de una dieta para prevenir la ansiedad y saludable en general. Y lo curioso es que también te van a ayudar a superar la ansiedad por comer. ¿Y cómo se eligen esos alimentos? Muy sencillo: en base a sus nutrientes y los efectos que provocan en el organismo. Por ejemplo, en cómo logran estabilizar los niveles de azúcar en la sangre e influyen en los mecanismo de defensa originados.

Llevar una dieta sana y equilibrada es clave para ayudar a nuestro organismo a gestionar los cambios fisiológicos provocados por el estrés. Una parte importante de cualquier respuesta a esas situaciones de tensión incluye identificar y tener la capacidad de encontrar soluciones para intentar reducir las causas del estrés. Y dado que la función suprarrenal está significativamente influenciada por los niveles de
azúcar en la sangre, gran parte de los consejos dietéticos tienen como objetivo estabilizar esos marcadores.

La dieta para prevenir y tratar el estrés y la ansiedad

Hay muchas formas de controlar e incluso reducir los niveles de estrés. Están la meditación, el ejercicio, la psicoterapia… Y, por supuesto, también está la comida. Pero la dieta puede convertirse en amiga o enemiga, según la sepas manejar. La alimentación puede hacer que tus niveles de estrés suban o bajen, por lo que es fundamental prestar atención a lo que comes en situaciones de alarma.

Por sí sola, una situación de estrés ya puede aumentar la necesidad de ciertos nutrientes, como la vitamina C, la vitamina B, el selenio y el magnesio, según señaló una revisión publicada el Journal of Nutrition & Food Sciences. Más específicamente, otro artículo de la revista Stress sugirió que la cantidad y calidad de los nutrientes que ingieres pueden afectar los circuitos neuronales del cuerpo que controlan las emociones, la motivación y el estado de ánimo. Y otra investigación publicada en el Journal of Behavioral Medicine destacó que existe un vínculo fundamental entre la microbiota intestinal, lo que comes lo que te sientes. Es decir, una buena nutrición es salud, y al contrario.

Alimentación, la forma más sencilla de combatir el estrés

La alimentación no requiere grandes inversiones ni esfuerzos si se hace bien y con cabeza. Hay alimentos muy ricos que son saludables y que a la vez contribuyen a estabilizar las emociones. Combatir el estrés con la comida está al alcance de cualquiera.

Por el contrario, los patrones de alimentación poco saludables pueden hacer que los niveles de estrés se disparen y aumente el riesgo de problemas de salud en un futuro. Según el Journal of Nutrition and Food Sciences, una dieta nutritiva y bien equilibrada es probablemente el ingrediente más importante de una buena salud.

Elegir bien los nutrientes: magnesio, vitamina C y vitamina B

Los nutrientes son la esencia de cualquier dieta saludable que te ayude a superar situaciones de tensión. La vitamina C, que se encuentra en la mayoría de las frutas y verduras frescas, se almacena en la glándula suprarrenal y se requiere para producir cortisol, que es la hormona del estrés.

El magnesio también es muy importante y se agota drásticamente en momentos de ansiedad. Una deficiencia de magnesio provoca fatiga, ansiedad, insomnio y predisposición al estrés. Mete en tu dieta muchas verduras, cereales integrales, frutos secos y semillas para proporcionar niveles adecuados de magnesio.

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Por su parte, una variedad de vitamina B puede ayudar a reforzar la función suprarrenal. En particular la B5, que actúa directamente sobre la corteza suprarrenal y la producción de hormonas. Las fuentes de vitamina B incluyen cereales integrales, frutos secos y semillas.