Llegaba con tres victorias de manera consecutiva y buscaba acercarse un poquito más a la cima del torneo. Llegaba con la moral bien alta y con la sensación de poder continuar la racha para alimentar el sueño de pelear en lo más alto. Sin embargo, se topó con un Almagro que supo aprovechar los minutos de lucidez para sacar una buena diferencia en el marcador y dejar en su casa tres puntos de oro para arrimarse a la zona de Reducido.

El cambio de mando le cayó de la mejor manera al Tricolor de Tres de Febrero. Después de un comienzo irregular de la mano de Fabián Lisa, el arribo de Walter Perazzo fue una bocanada de aire fresco en medio de un clima asfixiante: sumó cinco triunfos en siete encuentros (además consiguió un empate y perdió el restante) y apenas le convirtieron tres goles.

Con esa situación se tuvo que topar el Gallito. Tras un primer tiempo muy flojo, el local golpeó rápido en el complemento. Primero lo hizo por medio de Gonzalo Jaque y, poco después, estiró el resultado a través de Nicolás Servetto, que llegó a los siete tantos en el campeonato. Y si bien descontó con Tobías Zárate, fue demasiado tarde para Morón.

Sí, se le cortó..

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